Nos encontrábamos en un cuarto que estaba totalmente oscuro, donde se podía tener esa extraña sensación de frío y de exasperación de la oscuridad tan profunda que en ocasiones daba miedo. Escuche en cerca de mi oído un susurro apenas audible, que decía que no me asustara, de pronto sentí un nos dedos totalmente fríos que recorrían mi espalda era una situación demasiado angustiante pues solo apenas me podían tocar, llego el momento en que solo podía escuchar mis latidos de mi corazón que iban cada vez mas rápido por el nerviosismo y la curiosidad de saber que pasaría después, no me di cuenta en que momento fue que sus dedos fueron sustituidos por unos labios que juraría que estaban un poco mojados de alcohol, maldito olor que me da el sentimiento de nostalgia, me asuste cuando no sentí mas solo era esa zozobra de que algo pasaría.
Sentí unos labios que tocaban mi cuello, la oreja, mis ojos y por ultimo mi boca, creo que al principio me resistí, me deje ir, le seguí el juego, me abrazo fuerte, no podía respirar del todo pero eso me gustaba por que era de esos abrazos de los cuales no quieres salir nunca.
El olor a ese licor fuerte creo que me comenzaba a surtir efecto a pesar de que no a había bebido ninguna gota, no se en que momento, quede recostada en el suelo, paso mucho tiempo en que solo sentía el piso frío y tenebroso, cuando por fin mis dedos de los pies se encontraron con esos malditos dedos que tenían casi vida propia, de caricia en caricia, llegaron a mis piernas que ya por una razón o otra se encontraban desnudas.
Beso a beso solo quería ya quitarme esa sensación de felicidad y euforia, sentí que sus labios besaban mi vientre, el estomago, los pechos y el cuello.
Procuré casi no moverme para que no se diera cuenta lo bien que sentía esos labios sobre mi cuerpo, cuando por fin logro besar mis labios, me abrazo muy muy fuerte, solo sentí que el se ponía cada vez mas contento, para mi mala suerte el aun seguía vestido, nuevamente me acariciaba con sus manos de pronto una de sus manos logro tocar mi vientre me tocaba con tal suavidad que se convirtió en una maldita tortura que de pronto me venció en un perfecto orgasmo.
Después de unos días nos pusimos de acuerdo para vernos en ese mismo lugar. Ya que tenía muchas ganas de verlo nuevamente.
Ahora yo, era la que tenia el control…. Me le acerque a su oreja susurrando cosas que ni yo podía comprender, pero note que realmente le gustaba, y como un impulso mordí su oreja, creo que le dolió mucho pero la verdad no me importo por que estaba tan … no se masticable.. su boca parecía un de esos bombones rosas que están tan suaves, los bese asta que casi me ardía los labios, estábamos recostados en el piso frio, el mientras estaba tumbado en el piso, yo quise abrazarlo, puse una pierna a un costado de sus caderas y obviamente hice lo mismo con la otra pierna, el tener contacto con su pecho, y sus brazos me hizo sentir muy bien tan bien, que sentí que el ambiente se comenzaba a poner bueno, el coloco una de sus manos en mi espalda que entre delicadas caricias su mano bajo a una de mi pompas… lo que si no me esperaba que después de tantos cariñitos me diera una nalgada, que hizo que yo quisiera apretujarlo mas contra mi.
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