Un Rayito de Luz

Hay un rayito de luz que se alcanza a apreciar cuando ves a los ojos de alguna persona. Este rayito te ayuda a descifrar muchas cosas, entre ellas está la posibilidad del bien, el arrepentimiento, la humildad, la empatía, la capacidad de amar. Si me preguntas a mí, te diría que creo que este rayito de luz puede llegar a ser el desencadenante en una conexión entre dos personas.

Cuando dos rayitos de luz se encuentran, que difícil es poder apartar tus ojos de los de la otra persona, es como si se hubiera formado un vínculo inquebrantable, inalterable.

Dicen que las personas que encuentran su rayito de luz son excepcionales ¿por qué? Por que existe un pequeño problema, muchos de nosotros no sabemos distinguir uno cuando nos cruzamos con el. No sabemos darnos cuenta cuando  el rayito de luz de una persona es más resplandeciente que el de otra, no sabemos identificar a las personas en las que en verdad existe bondad en su corazón, no nos damos cuenta cuando nuestro rayito de luz destinado a ser, nos pasa de frente. Pero, ¿porque pasa esto?

Pasamos toda la vida tratando de encontrar una persona con la que sintamos una conexión especial, alguien que te haga reír, que logre que de cada momento ordinario se transforme en uno extraordinario, alguien con el que no se haga tan difícil pasar la vida. Pero nuestro problema es que buscamos en los lugares incorrectos, buscamos plata en vez de bondad, imagen en lugar de conocimientos, buscamos placer a ratos. Estamos estancados en momentos, en rapidez, en facilidad, en que todo se nos sea entregado en bandeja de plata y a la brevedad posible. Somos una generación que nos aburre estar esperando, queremos que todo sea rápido, al momento, sin pautas.

El único problema es que nada en esta vida que valga la pena, funciona de esa manera. No esperes encontrar a tu rayito luz en la primera persona con la que compartas una copa, estas cosas toman tiempo, dedicación y esfuerzo. Nuestro rayito de luz, destinado a encontrar esta escondido en los ojos de una persona que no vendrá caminando hacía ti de la manera más fácil y sencilla, hay que luchar por ella y buscarla. Pero si de algo estoy segura, es que cuando la encuentres, te darás cuenta que valió la pena la búsqueda y la espera, por que una vez que tu rayito de luz y el suyo se encuentren, nada podrá separarlos.