El taxi entró por el portón de acceso de vehículos, el guardia armado se cuadró cuando el Detective Lobos asomó su rostro por la ventanilla. Intrigado cerró la enorme puerta y quedó observando a quién traía el joven. Abrió sus ojos cuando vio a la bella muchacha descalza, cubierta por el sobretodo del gentil funcionario; miró a otros policías que pululaban en las proximidades, quienes también quedaron alelados con la hermosura de la supuesta detenida.
El trío llegó hasta el pasillo principal del cuartel y, pidiéndole a su ayudante “Chico” González que acompañara a la desconocida sentados frente a la oficina del Comisario Jefe, con decisión el joven sabueso tocó la puerta con sus nudillos, pidiendo permiso para entrar. El Comisario, con varios documentos en sus manos lo miró con ojos interrogantes y una suave sonrisa en sus labios.
–Excúseme Jefe, traigo una posible diligencia. Afuera está esperando una muchacha que encontramos vagando, fuera de sí, por la Alameda. La interrogamos en el taxi que la trajimos, pero su mente perturbada no la permite comunicarse. Le ruego que la vea y tratemos de hacer algo por ella.
El Comisario con la sonrisa que no podía evitar ante su mejor elemento entre el personal, lo conocía muy bien así mismo a su corazón noble y bueno.
Quedó asombrado, como todos los que habían visto a la desconocida. Estuvo de acuerdo en que la joven, que parecía totalmente ida, debía ser examinada por médicos especialistas en la situación que se veía. Fue llevada por los dos policías con una nota del mismo Comisario Jefe y se dirigieron al Hospital institucional, donde los médicos también quedaron pasmados ante la bella muchacha que parecía una sonámbula.
Al examen corporal los galenos la encontraron sana, no tenía signos de violación sexual y todos estuvieron de acuerdo que la joven debía ser examinada por neurólogos, siquiatras y psicólogos que fueran expertos en hipnosis. Era la única manera de sacarla de encierro oscuro que impedía su comunicación. La historia de la muchacha causó estupor y curiosidad entre el personal del hospital por la extraña manera en que fue encontrada. Ya en la tv y otros medios, como you toube, aparecían las imágenes de los hechos ya relatados, para disgusto de Lobos, a quien no le interesaba, como a la mayoría de los Detectives, que su rostro fuera conocido.
Ambos sabuesos buscaron entre sus médicos amigos a quienes les rogaron la atendieran en el área de la siquis. Bastó que conocieran la extraña circunstancia en que se toparon con ella y a primera vista notaron que era de una familia acomodada, a juzgar por sus manos, pies y cabellos todo muy bien cuidado.
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Un Ángel Huyendo del Infierno II
Por Jaimeo
Enviado el 14/05/2016, clasificado en Intriga / suspense
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El taxi entró por el portón de acceso de vehículos, el guardia armado se cuadró cuando el Detective Lobos asomó su rostro por la ventanilla. Intrigado cerró la enorme puerta y quedó observando a quién traía el joven. Abrió sus ojos cuando vio a la bella muchacha descalza, cubierta por el sobretodo del gentil funcionario; miró a otros policías que pululaban en las proximidades, quienes también quedaron alelados con la hermosura de la supuesta detenida.
El trío llegó hasta el pasillo principal del cuartel y, pidiéndole a su ayudante “Chico” González que acompañara a la desconocida sentados frente a la oficina del Comisario Jefe, con decisión el joven sabueso tocó la puerta con sus nudillos, pidiendo permiso para entrar. El Comisario, con varios documentos en sus manos lo miró con ojos interrogantes y una suave sonrisa en sus labios.
–Excúseme Jefe, traigo una posible diligencia. Afuera está esperando una muchacha que encontramos vagando, fuera de sí, por la Alameda. La interrogamos en el taxi que la trajimos, pero su mente perturbada no la permite comunicarse. Le ruego que la vea y tratemos de hacer algo por ella.
El Comisario con la sonrisa que no podía evitar ante su mejor elemento entre el personal, lo conocía muy bien así mismo a su corazón noble y bueno.
Quedó asombrado, como todos los que habían visto a la desconocida. Estuvo de acuerdo en que la joven, que parecía totalmente ida, debía ser examinada por médicos especialistas en la situación que se veía. Fue llevada por los dos policías con una nota del mismo Comisario Jefe y se dirigieron al Hospital institucional, donde los médicos también quedaron pasmados ante la bella muchacha que parecía una sonámbula.
Al examen corporal los galenos la encontraron sana, no tenía signos de violación sexual y todos estuvieron de acuerdo que la joven debía ser examinada por neurólogos, siquiatras y psicólogos que fueran expertos en hipnosis. Era la única manera de sacarla de encierro oscuro que impedía su comunicación. La historia de la muchacha causó estupor y curiosidad entre el personal del hospital por la extraña manera en que fue encontrada. Ya en la tv y otros medios, como you toube, aparecían las imágenes de los hechos ya relatados, para disgusto de Lobos, a quien no le interesaba, como a la mayoría de los Detectives, que su rostro fuera conocido.
Ambos sabuesos buscaron entre sus médicos amigos a quienes les rogaron la atendieran en el área de la siquis. Bastó que conocieran la extraña circunstancia en que se toparon con ella y a primera vista notaron que era de una familia acomodada, a juzgar por sus manos, pies y cabellos todo muy bien cuidado.
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