La piscina

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Martes 16 de Julio, otro caluroso día del séptimo mes del año, perfecto para pasarlo en compañía. Decidimos pues irnos a la piscina, unos amigos y mi novia.

El ocaso se acercaba, ella y yo nos estábamos dando un remojón, mientras los amigos seguían con ese incansable juego de cartas. En la piscina, entre juego y juego la temperatura de nuestros cuerpos iba en aumento, contrastando con la fría agua de la piscina. En uno de ellos nos quedamos mirando firmemente a los ojos, temiendo ser el primero que parpadeara. Pasaban los segundos, casi podía descifrar esos ojos negro azabache, tenía miedo incluso de respirar fuera a romper esos mágicos segundos. Aquello me recordaba al primer beso que nos dimos, lo recordaba cálido y húmedo a partes iguales.

De repente ese momento se corta, los amigos se ríen de algún chiste, y como un flechazo cambiamos nuestras miradas de los ojos a la boca, acercándonos milímetro a milímetro, notando su aliento, caliente…

Por fin nuestros labios toman contacto, saltan chispas que me recorren entero, erizándome el pelo de todo el cuerpo. Mis manos se posan en su cintura, con delicadeza pero firmes. Seguimos regodeándonos en cada beso, son sencillos pero a la vez profundos... solo contactan nuestros labios, pero es suficiente para llevarme a otro mundo.

Mis manos deciden levantar el vuelo hacia su costado, acariciándola suavemente fundiéndose en cada caricia, el agua era incapaz de impedirme notar la profundidad de cada milímetro recorrido de su piel…

Esas caricias decidieron seguir el sendero de su espalda, notando cada poro de su piel, esta vez bajaron, llegando a su culo, suave, erizado por la excitación del momento. Lo agarre con cierta agresividad, para que notara la excitación que recorría mi cuerpo.

Los besos se tornaron más calientes, mas pasionales… el fuego se estaba apoderando de nuestros cuerpos nos impedía pensar en nuestros amigos, queríamos fundirnos el uno con el otro, allí y ahora, no podíamos esperar.

Una de mis manos se deslizó sin previo aviso hasta su pubis, introduje uno a uno mis dedos dentro de su bañador, la note caliente, extremadamente caliente… no me dijo ni una palabra, pero sabía que deseaba que continuara. Le empecé a acariciar el clítoris, con suavidad, jugando con su puntita, notándoselo con la yema de mi dedo.

Mi otra mano seguía atrincherada, agarrándoselo en firmeza, quería que notara las ganas que tenia de tomarla

Los besos se tornaron largos, y húmedos, parecía que íbamos a evaporar la piscina, la temperatura no paraba de subir. Mis labios decidieron desviarse, a su mejilla, siguiendo un sendero hasta su oreja, donde termine susurrándole al oído si quería que la llevara a las estrellas. A lo que me contestó con un simple y largo suspiro…

Mis besos volvieron sobre sus pasos, notando cada curva de su cara. Mientras mis dedos que continuaban acariciando su clítoris decidieron bajar un poco más, serpenteando entre sus labios, jugando con su comisura… y sin previo aviso introducirle suavemente un dedo, poco a poco, quería que lo notara por completo. Volví a sacarlo y a introducirlo suavemente… la notaba más caliente…

Estábamos en la piscina, sí, pero eso no impedía que aun quedaran resquicios del olor de su perfume que me hipnotizaba…

Mis besos bajaron hasta su cuello, regodeándose en cada segundo, desolado por que el reloj continuara avanzando y ese momento no fuese infinito. De nuevo cambié de rumbo mis labios, nuevamente hacia su oreja… Le volví a susurrar al oído, expresándole lo cachondo que estaba… en ese momento decidí aumentar la velocidad de la masturbación notaba como abría ligeramente las piernas para ayudarme a penetrarla aún más. Incluso estando en la piscina podía notar que se encontraba muy húmeda, era el momento de introducir un segundo dedo, mientras con la otra mano le acariciaba el clítoris, con más firmeza…

Se le escapaban gemidos camuflamos de suspiros, era evidente que quería más…

Decidí bajarme el bañador, le aparté el suyo a un lado y le introduje la puntita, no quería que le molestara, poco a poco con suavidad.

Mis labios que se habían mantenido junto a su oreja, dándole pequeños bocaditos y alguna que otra pincelada con la lengua, prefirieron nuevamente bajar a su boca, volviéndose a fundir en esos besos deseosos de pasión…

Me moría de ganas por introducirla completamente, pero quería que le aumentaran las ganas, que lo deseara. En ese instante me agarro fuerte con las piernas, era el momento... La penetre con firmeza, con ganas de placer. Los besos pararon y me distancie varios centímetros de ella, quería mirarla, disfrutar de su belleza, sentir su placer…

Continuaba penetrándola mientras la miraba a los ojos, mientras suspiraba… cada vez más rápido, más firme, más deseoso.

En sus ojos no veía otra cosa que placer… notaba como temblaban sus piernas… estaba cerca… decidí agarrarla de la cintura nuevamente y moverme aún más rápido, casi podía notar que estaba a punto, sus espasmos eran cada vez mayores…

De repente se le escapó un leve gemido a la vez que la note aún más caliente… había acabado… había llegado a las estrellas…

 

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Para mas informacion: https://relatoslos5sentidos.wordpress.com/


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