...... CONTINUACION
Iniciamos la conversaciòn, con las tipicas frases: "Hola, como estas"; -Muy bien, respondì...
Seguimos con saber algo mas uno del otro y empecè a revisar su perfil y ver fotos de èl, si, realmente era èl.
-Me aceptarìas una invitaciòn a salir?, continuò luego de frases rebuscadas entre tantos mensajes que ya llevabamos en aquella charla virtual.
-Claro que sì, respondì enseguida.
-Bueno, me escribiò, el dìa que regrese te invitarè a bailar, ya que aquel dìa no pudimos, no serìa la primera vez que lo hacemos, hace mas o menos 7 años, por casualidad te conocì en una discoteca, de esa a las que van los adolescentes, tenìas 15 años creo, y te invitè a bailar, estabas tan linda como esa noche-
Me quedè totalmente sorprendida, como un extraño, bueno al menos eso creìa yo, pudo conocerme hace tantos años sin que yo me acordara. Le pedì referencias, ubicaciòn, me las dio absolutamente todas, yo, no recordaba absolutamente nada.
De haber sido asi, no lo hubiera dejado ir aquella vez, en mi adolescencia, aùn hoy trato de recordarlo y ese recuerdo se borrò de mi memoria-
-La verdad, no te recuerdo, le contestè, pensè que ni siquiera eras de esta ciudad, nunca te habìa visto, al menos eso pensaba yo.
-Si nos conocemos, al menos yo a ti si, me respondiò, pero ya dejemos el tema a un lado, lo importante es que pude volver a encontrarte y esta vez no te iràs tan facilmente. Intercambiamos nùmeros de telèfono y quedamos de vernos a su llegada.
Que era aquello, destino, casualidad, ni yo misma lo entendìa, pero una fuerza superior a mi deseaba verlo con tantas ansias, incluso con cierta locura.
Pasaron los dìas y nos seguimos escribiendo, la fecha de su regreso estaba muy proxima, yo la aguardaba con ansias. Una noche de sàbado, casi habìa pasado un mes de aquello, suena mi celular; contesto enseguida; -Alò. -Hola, soy Àngel, estoy aqui, lleguè hace unas horas, y, bueno deseaba invitarte a salir esta noche.
-Claro, me alisto y te espero afuera de mi casa, ya te doy la direcciòn...
-Pasarè por ti en media hora, hasta luego.
No podìa ser cierto, estaba a punto de verlo, de hablar con èl, de sentir esa cercanìa que aquella noche me envolviò y me fascinò.
Hice lo de siempre, me preparè con mucho esmero, querìa lucir hermosa y que lo notara, salì de casa, caminè unas cuadras y pude divisar un auto acercàndose, era èl, lo intuìa, lo presentì, bajò la ventanilla y me invitò a subir; era un total extraño para mì, y sin embargo accedì aunque no sabìa si lo que me habìa dicho era cierto. la confianza pudo màs.
Nos dirigimos casi sin cruzar palabra hasta un bar rùstico para beber algo y escuchar buena mùsica, pidiò cervezas ligeras y empezamos a charlar, la conversaciòn se fue haciendo màs amena a medida que entràbamos en confianza, me contò su vida con detalle, notè mucha seguridad en sus palabras, era elocuente y muy confiado en sì mismo, ademàs pude ver que gustaba de la ropa casual y elegante, con la que aparentaba un poco mas de edad, pues a sus 26 años, con aquella ropa lucìa algo mayor, bebimos un poco màs, me preguntò de mi vida, di pocos detalles, pero la atracciòn entre nosotros se notaba a simple vista, cada que levantaba mi mirada, me perdìa en sus hermosos ojos, que penetrantes me atravesaban, me fulminaban y no podìa hacer otra cosa mas que agachar la vista y centrarme en la cerveza que estaba entre mis manos.
-Quiero llevarte a bailar, me dijo al fin. -Por mi no hay problema, vamos, le contestè. Nos levantamos, y salimos de inmediato con destino al lugar donde nos vimos esa noche.
Entramos y la mùsica ya a esa altura de la madrugada, invitaba a bailar, de inmediato tomamos la pista de baile, lo sentì tan cerca, tan mìo, no habìa ya nadie màs en ese instante solo los dos y la mùsica; con su mano rodeò mi cintura y la otra la entrelazò con la mìa, pude sentir su respiraciòn en mi oìdo y su corazòn cerca de mi pecho, en momentos nos miràbamos, sus ojos y los mìos sabìan que pasarìa. Sin embargo aumentè el interès y esquivaba su rostro cada que se acercaba al mìo, èl sonreìa y susurraba palabras en mi oìdo.
El juego durò unos minutos, que fueron eternos y especiales, como hacìa mucho no tenìa, apenas lo conocìa y ya sentìa que no querìa que ese momento terminara nunca. Bailamos un poco mas, cada vez estabamos màs agitados y mas envueltos en ese remolino de deseos, de ganas, de querer que pasara todo y a la vez nada.
No pude mas, no me pude contener, nuestros ojos se encontraron una vez màs, su mano aprisionò mi cintura y con fuerza me atrajo hacia èl, mi boca y su boca quedaron a milìmetros de encontrarse; deslizò su otra mano sobre mi espalda desnuda y yo, con gran habilidad coloquè mis brazos alrededor de su cuello y poco a poco, despacio, suavemente, mis labios se unieron a los suyos; ya no existìa nadie, ya no escuchaba la mùsica, mis ojos y los suyos se cerraron y quedamos fundidos en el mas hermoso y dulce beso que hacia mucho no sentìa, mordiò suavemente mis labios, rodeè su boca y juguè con ella, no sabìa lo que hacìa pero me encantaba aquello que estaba pasando. Al cabo de instantes, efìmeros, eternos nos separamos e inmediatamente una sonrisa se dibujò en mi rostro al igual que en el de èl.
Ahora sabìa que iba a ser mìo, que ese el comienzo de una gran pasiòn, que se volverìa parte de mi vida, que serìa mi proximo amor, la razòn de mis sonrisas y, aunque no sabìa que pasaba por su mente, aunque no hubiera dicho una sola palabra, sabìa que èl pensaba lo mismo que yo...............CONTINUARÀ.
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