El perro desagradecido

Lo normal es que si alguien acoge a un perro abandonado, este se lo agradezca eternamente y lo considere como su nuevo dueño, porque casi la totalidad de los perros son muy agradecidos con quien les da cariño. 

Sin embargo, puede haber algunas excepciones. Como la que le sucedió en una ocasión a Antonio: pues un día que iba con su perrita por un camino, encontró un perro grande lleno de pulgas y de garrapatas, que se acariñó a ellos, acompañándoles hasta llegar a la entrada del huerto en donde vivía; en el que el perro también quiso entrar. Aunque Antonio aquel día no le dejó, pues aún no estaba mentalizado para tener a un perro vagabundo tan sucio y tan lleno de bichos.

El perro al quedar fuera del huerto, estuvo dando vueltas todo su alrededor a ver si de alguna manera podía entrar. Al no poder lograrlo, se quedó de noche junto a la entrada. Hasta el día siguiente, que fue cuando de nuevo se unió a Antonio y a su perrita, en el paseo de todos los días.

Aquel perro parece que les había cogido cariño, por eso al intentar entrar de nuevo en el huerto a la vuelta del paseo. Antonio lo dejó pasar y una vez dentro, se puso a quitarle todos aquellos insectos lavándolo con un insecticida. Para luego darle de beber y de comer, con la idea de llevarlo al veterinario uno de aquellos días, para quedarse con él. No obstante aquella misma noche, el perro excavó un agujero por debajo de la valla y se marchó para no volver a verlo más. Lo que sorprendió a Antonio, pues no esperaba este abandono.