Un día cualquiera

9 de Mayo 2016

Soy Pilar de 89 años.

Voy a intentar escribir mí día a día, consciente de que a mi edad, mis olvidos son, determinados días más frecuentes.

A las cinco de la mañana, me he levantado.

Mi hija Pili dormía en la cama de al lado, lo viene haciendo, al menos que yo sepa desde que Ángel fue ingresado a finales del mes de Enero. Después me he acostado y he dormido hasta que ha venido Clarita.

He desayunado y luego con ayuda de Clarita me he vestido para ir con Pili, mi hija pequeña, a los Servicios Sociales. Ya que mis otras dos hijas me quieren llevar a u Centro de Día. Estaba nerviosa pero decidida a contarle lo que yo pienso.

Cuando llegamos, me dice que mis otras dos hijas han ido, a estar con él y que lo primero que le presentaron fue un informe que hicieron los servicios de la ambulancia a raíz de que un día que estaba muy nerviosa y llamé a tele asistencia.

La entrevista ha estado bien. Le he dicho a Eneko, que yo estoy bien en casa y que no quiero ir a ningún sitio. Me arreglo bien y Clarita me hace todos los días la comida, me prepara el desayuno y una vez por semana me ducha y lava la cabeza.

No necesito más. Mi hija le dice que come y cena conmigo y que los fines de semana que les toca a los demás hijos me traen la comida y se van….