Denunciar relato
¿Conoces esa sensación de cerrar los ojos y dejarte llevar por la imaginación? En ese momento somos capaces de crear de la nada escenarios realistas, conversaciones trascendentales e, incluso, el futuro. Es aquel momento en el que nos permitimos ser nosotros mismos, nos ponemos delante de un espejo y nos desnudamos de miedos, de sueños, de verdades. Es el único momento en el que podemos vernos tal y como somos.
Y yo me pregunto... Si utilizáramos la mitad del entusiasmo que ponemos en construir nuestros sueños para explotar al máximo la realidad que tenemos ante nuestros ojos, ¿no podríamos conducirla hacia lo que queremos?
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