Me hizo gracia el nombre pero mucho más la definición dícese del hombre que aparece en estados de duelo amoroso, está indicado para consolar, y lo hacen con tanto cariño y amor que alivian el dolor y ayudan a resolver el duelo en menos tiempo.
El mecanismo de acción es muy simple, actúa como un amigo tierno y comprensivo de la situación por la que estás pasando. Te mima y tu te dejas cuidar y mimar porque estás hecha polvo.
Los resultados se ven rápido, te alivia, te consuela y además te desea lo mejor para ti, por eso te desea y te pone a cien, te reafirma como mujer, vuelves a ser querida y deseada. Tu autoestima se empieza a nivelar....
Y una vez que tu autoestima está nivelada, empiezas a percibir los primeros efectos secundarios, una sensación de vértigo, aparece el típico dolor de cabeza y el qué coño hago yo con este.
Hasta que ya no le aguantas más y te lo quitas de encima, pero te queda una señal pegajosa de remordimiento en la piel de tu corazón, que te cuesta eliminar.
Porque tu no necesitas ya un apósito, lo que realmente quieres, desde tu autoestima nivelada es un implante, y claro eso es otra historia, que la contaré otro día.
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