Guerra de las Remensas
La Guerra de las Remensas; fue un levantamiento del pueblo contra los abusos de la nobleza, que empezó en Cataluña en 1460 y finalizó diez años más tarde sin que se decidiera mucho. Fernando II dio por terminado el dilema en 1486 con la Sentencia Arbitral de Guadalupe en el que se derogan las malas costumbres por el abono de una compensación de los Remensas a los nobles.
Antecedentes: Comenzando el siglo XIV, el aumento de las poblaciones de Cataluña y el crecimiento de la Corona de Aragón produjo una mengua en el campesinado, aumentado por la Peste Negra. Los señores empezaron asegurar con severidad las normas que sujetaban al campesinado a sus haciendas (llamados pagesos de remensa), además de acrecentar las tasas de la nobleza (malas costumbres).
Quien más ayudó a desarrollar la revuelta, fue el campesinado más humilde. Quienes tenían más tierras quisieron persuadir al monarca de que hiciera cambios para terminar con los atropellos de los señores. El reinado deseaba tener un campesinado libre, porque el reinado Aragonés no dejaba de luchar con los señores feudales.
Por la mitad del siglo XV, Alfonso el magnánimo accedió a que el campesinado conformara un supervisor remensa, les liberó de ser siervos y acotó de alguna manera las injusticias de la nobleza. Pero, el obispo de Gerona, que estaba con los señores, unido a la Generalidad de Cataluña, dirigida por estos, presionó a Alfonso para rectificara.
Hacia mayo de 1461 el heredero de Alfonso, Juan II, pidió al campesinado su cooperación en su lucha contra los señores. Los agricultores se pusieron al lado del monarca y en contra de la nobleza.
Primera Guerra Remensa: La Primera Guerra Remensa empezó en 1462, con el levantamiento del campesinado contra los señores, coexistiendo con la contienda proclamada por los señores contra Juan II. El campesinado, liderados por Francesc de Verntallat, pelearon primordialmente en la zona interna de las montañas. En tanto que el monarca y sus tropas combatían a las orillas del mar Mediterráneo. Luego de 10 años, Juan venció en el conflicto, pero no logró acabar con la esclavitud, o por lo menos no pudo incluir cambios de alguna consideración.
Rebelión de los Gomeros
La Rebelión de los Gomeros de 1488 es el incidente más significativo de toda la Cronología de La Gomera, no sólo por la gran relevancia que ha tenido para los gomeros, pues también pervivió en el recuerdo de sus gentes por su difusión verbal.
A partir del ajusticiamiento en Aguahedun de Hernán Peraza, el 21 de noviembre de 1488, se origina en La Gomera una Rebelión que, por su fatídico desenlace, simbolizará para los nativos el final concluyente de su situación de patria independiente.
Anteriormente a presencia de los europeos en La Gomera, esta Isla estaba partida en cuatro facciones (Ipalán, Mulagua, Orone y Agana). La época en la cual los gomeros inician las comunicaciones con los europeos (especialmente portugueses y castellanos) se significa, en un principio, por el continuo despojos para el apresamiento de cautivos, y después por los convenios de esos europeos con alguna de las cuatro facciones en que se hallaba partida la Isla. De esos convenios el que más nos importa es el Convenio de Colactación o Hermanamiento (tomando leche en el mismo ganigo) que marcó Hernán Peraza "el viejo" con las facciones de Ipalán y Mulagua.
Más tarde, al arribar a la Isla Hernán Peraza "el joven", quien confirmará el acuerdo de su abuelo, aunque en tanto que Peraza deseaba comprender el acuerdo como un hecho de servidumbre hacia él, los gomeros lo continuaban comprendiendo como una acción de fraternización y de apoyo entre ellos con una sucesión de preceptos de ineludible ejecución. Hernán Peraza "el joven" infringió el acuerdo, no sólo sometiendo a cautivos y atendiendo mal a los nativos, sino que también teniendo vínculos con Iballa, su hermana a través del acuerdo. Estos vínculos no eran legales en virtualidad del acuerdo respaldado, pues los vínculos entre componentes de la misma facción estaban prohibidas para eludir el parentesco.
Por estos motivos, una junta de gomeros con poder hace una reunión y resuelve sentenciar a muerte a Hernán Peraza. Hautacuperche es designado para ajusticiarlo en Aguahedun, lugar que Peraza estaba con Iballa. Después, los gomeros descienden a San Sebastián y pretenden abordar la Torre del Conde, aunque algo más tarde Hautacuperche fallece en una de las tentativas, lo que desmoraliza a los sublevados. Beatriz de Bobadilla y Ulloa, esposa de Peraza, logra solicitar apoyo al administrador de Gran Canaria Pedro de Vera. Quien al llegar, con una falsedad, logra apresar a muchos gomeros, garantizando el indulto a los que acudiesen a una misa por el muerto.
Después serían ajusticiados la totalidad de hombres con más de 15 años de las facciones de Ipalán y Mulagua, y sus esposas e hijos se vendieron como cautivos. Sin embargo más tarde un sumario procesal dejará libres a la mayor parte de esos gomeros, y desde ese instante todo se alteró en la isla de La Gomera.
Rebelión de Hatuey
Hatuey, ha sido un nativo perspicaz y valeroso, añejo. Procedía de Guahabá en la Española, en donde consiguió ser jefe. La insurrección se llevó cabo en Maisí, territorio Oriental de la ínsula de Cuba.
Exploración y conquista de los españoles en Cuba: Al llegar los españoles a Cuba, finalizando el siglo XV y a comienzos del XVI, en Maisí la etnia nativa que dominaba era la Taína. Diego Velásquez llego a Cuba en 1510, por el muelle de Palma (Bahía de Guantánamo). Los nativos liderados por Hatuey pusieron mucha oposición, porque no querían que nadie los molestase y dieron grandes pruebas de coraje y valentía.
Desarrollo de la rebelión: Batallaron algunos meses en un territorio muy accidentado por donde cruzaban varios ríos. Hatuey juntó a muchos guerreros para luchar contra los españoles, pero la pelea era muy dispar. Los nativos no tenían más que lancetas y ballestas de palo, hachuelas de piedra y sus torsos al aire. Por lo tanto, casi nada podían hacer contra el armamento moderno que tenían los españoles, que además tenían caballería y perros exploradores, quienes provocaban más temor que los propios hombres. Hatuey sabía de su inferioridad ante los españoles, por eso usaba una táctica que les ayudaba a tener más posibilidades en los enfrentamientos: como era acometer cuando nadie lo esperaba, retirarse rápidamente y hacer encerronas en los sitios más apropiados. Sin embargo nada pudo hacer contra las armas de los conquistadores y su memorable entereza fue derrotada. Al final Hatuey fue atrapado, enjuiciado como apostata e insurrecto y fue castigado a morir en una hoguera. Esta era una condena inmisericorde muy usada en Europa por la “Santa Inquisición”.
Importancia histórica: La insurrección del Cacique Hatuey, fue la que inició las rebeldías de los humillados contra los avasalladores en la isla de Cuba y estableció un prototipo de decisión y arrojo de los nativos de Cuba en protección de su independencia.
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