A base de insistir, ella lo aceptó
Por Jesús A.
Enviado el 23/05/2016, clasificado en Infantiles / Juveniles
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Genaro, era un chico de 17 años alto y flaco, que desde que era un niño estaba enamorado de Marisa, una chica vecina, un año menor, a la cual hacía 2 años que a diario intentaba conquistar a base de darle pequeños regalos y de decirle palabras bonitas.
Sin embargo, a Marisa, Genaro no le gustaba por su altura y porque no era una belleza que digamos, por eso, aunque con buenas palabras lo rechazaba. Además, ella de quien verdaderamente estaba prendada era de Tomás, un chico que iba con ella al instituto, que era más bien de su altura y más guapo que Genaro. Aunque Tomás, parecía que tenía otras preferencias y a pesar de que también hablaba con ella, nunca llegó a más, qué a una relación de compañeros.
No obstante Genaro nunca se dio por vencido y a todas horas que se encontraba con ella, insistía en lo mismo, sin resultado positivo por parte de Marisa, que le seguía diciendo (como disculpa), que de momento no deseaba salir con nadie. Aunque algo estaba cambiando en ella, pues Genaro ya le estaba cayendo mejor.
Hasta que un día, seguramente, los dos hicieron para coincidir de ir sentados en el autobús que los llevaba a un viaje de fin de curso y desde aquel viaje Marisa aceptó a Genaro como su novio, después de que este le diera un primer beso, y luego ya no lo cambiaba por ningún otro chico, por guapo que este fuera.
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