Mi libro C. 41

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Revolución del Hombre Comun

La Guerra de los campesinos alemanes, o revolución del hombre común ha sido una insurrección multitudinaria en el Sacro Imperio Romano Germánico entre 1524 y 1525. Se trató, de una revuelta que antecede a Bundschuh y las guerras husitas, en varios levantamientos encadenados por motivos de subsistencia o de creencias hechos por los agricultores, urbanos y nobleza. En la revuelta no se reclamaban cosas en unión.

El levantamiento, tuvo más actividad el sur, oeste y centro del país, aunque de igual manera se reprodujo en zonas de Suiza y de Austria, computó en los meses más cálidos de 1525 a unos 300.000 insurrectos y de estos murieron 130.000, mientras que otras fuentes estiman que fueron 100.000. Esta  insurrección ha sido la que más gente arrastró de todo el continente hasta la Revolución francesa de 1789.

Causas y contexto: A principios de siglo, la desintegración del Sacro Imperio Romano Germánico se aligeraba. Los dominios y los beneficios de los infantes comarcales habían crecido con el transcurrir del tiempo, el deterioro del soberano, que al mismo tiempo estaba en guerra contra el Imperio Otomano y Francia para defender su imperio. Que en el sur, particularmente Sabia estaba partida en muchos dominios casi autónomos.

Al mismo tiempo, los diferentes estratos de la sociedad de estos dominios componían una complicada mezcla de clases de colectivos, con alicientes y propósitos diferentes, que a veces eran concordantes. Favoreciendo, inclusive al amparo de la misma agrupación complicadas maniobras de pactos y denuncias.

Los motivos que llevaron a la revuelta del 1525 eran muchos, sin embargo se arraigaba especialmente en el estancado desarrollo económico, que reclamaba el campesinado, desarrollo este que no cambiaba mucho entre uno y otro feudo.

Situación del campesinado: Los campesinos formaban la mayoría del poblado y solo eran ellos quienes no poseían ningún privilegio en el estado. Sin embargo de su trabajo salía el mantenimiento de todas las capas de la sociedad y tenían que pagar más impuestos que nadie.

La mala situación económica, los conflictos armados, las paupérrimas recolecciones y la opresión practicada por la nobleza aumentaban la posición de sometimiento y sumisión de los campesinos.

Las tierras públicas las confiscaron. Además habían derogado o limitaran las leyes del uso de lugares para pastorear, el corte de árboles, para pescar y cazar, anteriormente públicos.

La alta nobleza y al escalafón más alto de la iglesia, no tenían ningún interés en que cambiaran las cosas. La vida de los clérigos pobres estaba más cerca de campesinado que de los demás clérigos, por eso fueron muchos los que lucharon y murieron en la revuelta.

En cuanto a la baja nobleza, no les faltaban sus preocupaciones y hasta había algunos de ellos que robaba al campesinado, a quienes empeoraban su agobiada posición.

Reforma protestante: Entre los mandatarios de la iglesia había muchos clérigos que vivían una vida opulenta, por los impuestos, dádivas y diezmos que pagaban los más humildes. Sin embargo no era de eso solo de donde sacaba los recursos, sino que engañaban a la gente con reliquias supuestamente  milagrosas y otra clase de embustes.

Martin Lutero, apoyado por ciertos señores, creyó que llegara el momento y confeccionó  sus “95 tesis” y el 31 de octubre de 1517 las colocó en las entradas del templo de Wittenberg, luego puso en circulación la reforma protestante. Alterando la trayectoria de la humanidad.

Los actores: la mayoría de los agricultores más humildes y de la servidumbre, avasallados por muchas y firmes sumisiones con obediencias a sus amos, no tenían ganas de luchar. Casi todos eran iletrados, incultos y acostumbrados de antiguo a ser unos siervos, lo que ellos más querían era volver a tener anteriores derechos que ya no tenían y lograr subsistir humildemente, en paz y en el resquemor de dios. Sus deseos se basaban en no aumentar los tributos y mitigar la dependencia que tenían encima de ellos. No obstante hasta esto era poco para la exigencia que existía, lo que aumentaba su sensación de que no merecían aquel atropello.

Normalmente eran los estratos más altos de los pueblos de campo los que deseaban unas reformas en profundidad, de estos había trabajadores de la administración, magistrados del campo y otros trabajadores, incluso aburguesados.

Al final, una parte de los nobles, algunos desertores, otros asalariados y otros levantados por distintos motivos y esperanzas, se unieron a los agricultores ayudándolos, por algún tipo de interés. Dos de los más conocidos  fueron Florian Geyer y Götz von Berlichingen.

La escalada en el año 1524: Los enfrentamientos empezaron en 1524 en Forchheim, lugar próximo a Núremberg, y algo más tarde en Mühlhausen y Erfurt. En octubre se revelaron los agricultores en Stühlingen, en la vega del río Wutach. Después se encaminaron 3.500 agricultores hacía Furtwangen.

Cercando el lago de Constanza, en la alta Suabia, la insurrección germinaba hacía ya bastantes meses y en poco tiempo. A principios de 1525, se hicieron tres de las más afamadas bandas armadas: la de Baltringer, la del Lago y la del Algovia.

La principal era la de Baltringer: unos 12.000 agricultores, aburguesados y curas pobres se juntaron en poco tiempo en el viñedo de Baltringer, al lado de Biberach.

El grupo de Algovia, en las proximidades de Lindau, estaba compuesta por 12.000 rebeldes, de los cuales varios eran religiosos y mercenarios.

Los 7.000 agricultores de Algovia, que en especial se levantaban contra la abadía de Kempten, se establecieron proximidades de Leubas.

Tentativas de organización y de negociación: Los tres grupos de la Alta Suabia deseaban esencialmente progresar a mejor en su existencia y no iniciar un conflicto armado.

Sobre 50 hombres de los tres grupos hicieron una reunión en la población de Memmingen, en donde los burgueses congeniaban con los campesinos. Usando textos de la biblia, solicitaron sus demandas. Después de discutir mucho, el letrado Wendel Hipler, líder de los agricultores, el 20 de marzo de 1525 presentó “los doce artículos”, que habían sido escritos por el cura Christoph Schappeler y el peletero Sebastian Lotzner.

Tentativas de negociación: La constitución de la federación se dirigió a la Liga Suaba en Augsburgo, con la perspectiva de que se uniera a la negociación en paridad. Sin embargo los enfrentamientos ya se producían y por los robos habidos los señores de la Liga Suaba no quisieron negociar.           

El desarrollo de las hostilidades: Finalizando marzo de 1525 la milicia de Waldburg­Zeil se congregó en Ulm. Más al sur del Danubio se reunieran cercando al orador Jakob Wehe sobre 5.000 agricultores que desvalijaran conventos y posesiones de la nobleza. La milicia de la Liga Suaba de esa manera se marchó para Leiphein y ya en su ida se confrontó con unas pocas bandas de agricultores que habían hecho saqueos.

En un lugar próximo a Leipheim el 4 de abril se produjo un fuerte enfrentamiento, en el cual el grupo de Leipheim fue aplastado. A la población de Leipheim le forzaron a abonar una gran multa. Wehe y los demás líderes de la banda fueron ajusticiados.

Después de este acontecimiento se fusionaron los grupos de la vega del Neckar y de Odenwald con la de la vega del Tauber que tenía como líder a Florian Geyer. Unas 12.000 unidades marcharon contra los obispos de Maguncia, de Wurzburgo y el infante del Palatinado, bajo el liderazgo del noble Götz von Berlichingen.


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