La niña que no quiso renunciar a sus sueños

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Esta es la historia de Annie, la niña que no quiso renunciar a sus sueños.
Annie tenía 7 anos cuando su madre le dijo por primera vez que algun día ella se convertiría en adulta y tendría que trabajar para poder vivir; que se casaría y tendría hijos y sería muy feliz cuidándolos.
Annie quiso saber cómo era posible que su madre supiese tantas cosas sobre su futuro, y por qué sin embargo cuando le preguntaba cuando irían a Dysneyland ella siempre respondía "No lo sé".
Annie se tomó muy en serio estas afirmaciones de su madre y decidió investigar a fondo en qué consistía eso de ser adulta, no fuera a ser que al volver de las vacaciones su amiga Trasi ya  fuera adulta y Annie, como siempre, se enterara la última.
Así pues, comenzó a vigilar el comportamiento de sus padres minuciosamente.
Por la mañana, cuando Annie se levantaba, sus padres ya estaban en la cocina, desayunando; cuando se acostaba, ellos se quedaban todavía en la cocina hablando en voz baja. De esto dedujo que pasar mucho tiempo en la cocina y dormir poco debía ser una parte importante de ser adulto.
Tomo nota en su cuaderno de Hello Kitty, y continuó con su investigación.
Lo siguiente que observó fue que sus padres no se reían nunca. Annie se dio cuenta entonces de por qué la profesora de lengua siempre las castigaba a Trasi y a ella contra la pared cuando les entraba un ataque de risa en medio de una clase.
Para ser adulto no se podían tener ganas de reír.
Anotó esto en su cuaderno con aire de concentración .       
Por último, Annie decidió investigar cuales eran las actividades extraescolares de sus padres. Para su sorpresa, sus padres no hacían ninguna actividad extraescolar. No bailaban, no nadaban, y no aprendían ingles. Annie imaginó que ya sabían hacer todas estas cosas, y por eso no necesitaban un  "refuerzo" como le habían dicho a Trasi sus padres con las clases de matemáticas.
Una vez concluida su investigación, Annie decidió ir a hablar con su madre, el cuaderno de notas bajo el brazo:
-Mamá, se puede cambiar el futuro?
Su madre la miró por encima de las gafas, desde la mesa de la cocina donde se encontraba arreglando un botón de una prenda:
-Qué pregunta Annie... Nadie sabe a ciencia cierta cómo sera el futuro.
-Entonces, puedo cambiarlo?
-Claro, siempre que creas en tus sueños y luches por ellos.
Esa noche, Annie durmió profunda y tranquilamente en su cama, con una decisión clara en su mente: Jamás se convertiria en adulta!!


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