Este es un hombre que al estar viudo, vive solo y en su apartamento no puede o no quiere tener un perro de los de verdad, por no tener un balcón donde pudiera pasar gran parte del día.
Pero en una ocasión que estuvo en un establecimiento chino vio en una estantería a hienas, leones y perros, todos de porcelana: a pesar de que no tenía pensado comprar ninguno, le gustó tanto un perro de aquellos, que al final lo compró, el cual lo puso en medio de la cocina-comedor. Donde le hizo una foto y se la mandó por WhatsApp a toda su familia que tiene lejos de donde vive él. Diciéndole que era su perro y si les gustaba. Sin aclararle que era de porcelana y al ser tan imitado, los familiares se creyeron que era de verdad.
Más al año siguiente, este hombre fue a visitar a los familiares, que cada uno de ellos vivían en distintos pueblos y a cada uno de ellos que iba a visitar, que le preguntaba en donde dejara el perro, le fue diciendo la verdad a todos ellos, excepto a una cuñada muy creída, a la cual le dijo; que le había dejado bastante agua y comida en el apartamento y que así no iba a tener problema alguno.
Al oír esto la cuñada se escandalizó de tal manera, que le gritó más que decirle ¡¡¡hay hombre!!! ¡¡Tú estás loco!! ¡¡Te va a poner el piso todo cagado y meado!! ¡¡Vas a tener la peste allí por mucho tiempo!! ¡¡No sabes bien lo que hiciste!! -Total, para que no se pusiera más nerviosa la cuñada, el hombre le aclaró a ella, al hermano y a los sobrinos de que era el perro, y con ello rieron todos a carcajadas-.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales