Era un perro neurótico

Esta era una familia que a lo largo de los años, en su casa de campo siempre habían tenido como mínimo dos perros uno pequeño y otro grande, y como es normal unos eran más fieles que otros.

Pero como uno pequeño que tuvieron y que le pusieron Ros, nunca tuvieran, ni luego tuvieron a ninguno. Pues aquel perro, le cogió tal cariño al padre de familia, que si por cualquier motivo, alguno de los demás se acercaba a este, yendo distraído, el perro se lanzaba a él y en el transcurso de algunos años que vivió en aquella casa, llegó a morder (aunque sin hacer mucho daño) a más de uno en las piernas, en su neurótica defensa de su dueño.

Por ese motivo, Ros llevó algunas patadas de los que sufrían sus mordidas, por el dolor y el cabreo que cogían en el momento de ser agredidos por el animal.

Este perro era tan amigo del padre de familia, que cuando este iba para cualquier finca siempre lo acompañaba, para luego estar atento a lo que hacía, a ver si sacaba la chaqueta para acostarse en ella y si era así, en ella estaba hasta que de nuevo el hombre la cogiera para regresar a su casa y si por casualidad se le olvidaba, el perro, aunque fuera de noche, la quedaba guardando hasta que fuera a por ella y que nadie que no fuera su dueño la tocara, pues ya había sus problemillas.

Aunque a veces, tener un cariño excesivo por alguien es contraproducente y fue lo que le sucedió a Ros. Porque cuando iba con su dueño por la pista que tenían en su pueblo, por donde pasaban coches, tractores y motos, a todos ellos envestía para "defender" a su amo. Con ello llevó algún pequeño golpe sin más consecuencias. Hasta que un día lo atropelló un coche que a él se lanzó y ese día Ros perdió la vida, defendiendo a su dueño de los peligros que él creía acecharle.