Cita anual para borrar del calendario

Cada fecha de San Valentín, él, a propósito se compraba un capricho para su propio disfrute.

Sabía ya de sobra que ninguna mujer iba a enviarle una tarjeta de felicitación, tampoco iba a recibir una carta de amor de alguna admiradora secreta, ni por supuesto, ningun regalo material.

Era un hombre feo en el sentido literal de la palabra, ya se había resignado a no recibir ninguna propuesta femenina y además era terriblemente inseguro y cobarde. No se atrevía a lanzarse con las mujeres que le gustaban.

¡Pobre infeliz que no confiaba en sus virtudes ocultas que habrían vuelto loca de amor a cualquier dama inteligente de espíritu inquieto, libre de prejuicios!

Así, que aquel catorce de febrero volvió a la tienda de siempre, como un ritual, a comprar a la misma dependienta de todos los años; que estaba enamorada de aquel misterioso e interesante cliente, pero que era tan pánfila y reprimida como él. Por supuesto, otra oportunidad perdida para confesarle sus sentimientos..

¿Qué estúpido inventó "El día de los Enamorados"?  El capitalismo consumista ha invadido e infectado nuestros mermados corazones y nuestros sueños.