Viaje de estudios

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
8762 visitas

Marcar como relato favorito

Recién hice un viaje de estudios con mis compañeros de la universidad a la ciudad de Puebla para conocer acerca de su arquitectura; tomando en cuenta que soy una chica bastante relajada no iba con la idea de fiesta como la mayoría de mis compañeros.

Soy una chica bastante atractiva, sobretodo por las curvas que poseo en mi parte trasera, mi rostro y mi manera de pensar "tan peculiar"; por ello un compañero de unos ocho años mayor que yo me pretende desde algunos meses atrás. 

El viaje transcurría normal, visité tantas iglesias como no puedo recordar y mi pretendiente David no dejaba de buscar pretexto para pasar el tiempo conmigo, salíamos de compras, fuimos a tomar algunos tragos pero jamás solos aunque claro no podían faltar los gestos y miradas coquetas. 

Una de esas noches volviendo al hotel en que hospedábamos y un poco pasados de copas, David me invitó a su habitación a lo cual accedí pensando en jugar un poco con él sin permitir que me tocará, más bien quería seducirlo y dejarlo "picado". Me acosté en su cama y mientras él estaba en el baño, me arreglé el escote y recogí un poco hacia arriba mi diminuto vestido para provocarlo, cuando salió y me miró pude notar como sus ojos se agrandaron y en su pantalón se dibujaban rastros de una erección. Se acercó a mi e inmediatamente me levanté y me dirigí al espejo que estaba enfrente inclinándome sobre él para dejarle ver mis nalgas por debajo del vestido y así seguí haciendo movimientos sensuales que intentaba disculpar con mi embriaguez.

Puse música y comencé a bailar moviendo para el mi cuerpo que sabía que lo volvía loco, de la manera más sensual y provocativa que hasta yo misma no sabía que podía hacer, quería excitarlo y hacerlo desearme y en el intento yo estaba excitadísima, me sentía arder y la humedad en mi ropa interior ya era muy notoria. Le invité a bailar conmigo y aproveche para acariciarlo discretamente y sentir con mis nalgas el bulto duro de su pantalón. 

Sin decir ninguna palabra, solo risas típicas de personas tomadas pasaba sus manos por mi cintura y espalda sin llegar a más, me sentía tan deseada y eso me estaba volviendo loca. Puse mis manos alrededor de su cuello y jugaba con mi aliento en su cuello y oreja, me tomo fuerte de la cintura y me suplicó que no siguiera haciendo eso, ya que no podía seguir resistiendo más mis juegos.

Vi la oportunidad perfecta, me hice la ofendida y salí de la habitación casi a punto de llorar. Llegué a la mía y con problemas para poder abrirla entre y quite mi vestido y me tire a la cama para acariciarme e intentar apagar mis ansias. A eso me disponía cuando escuché ruidos provenientes de mi ventana, que para mi suerte daba justo hacia una plaza que estaba a lado del hotel y como siempre había tenido esa fantasía me levanté y me dirigí al pequeño balcón. Me senté en la orilla y pude ver un grupo de amigos tomándose unas cervezas, parejas besándose en los rincones y uno que otro vago de la calle, no podía estar más excitada y no sabía cómo llamar la atención de aquellos chicos, así que fui por mi caja de cigarrillos y les grité pidiendo un encendedor, al voltear y verme en ropa interior se quedaron atónitos y se acercaron, de nuevo les pregunté acerca del encendedor y me aventaron uno, encendí mi cigarro, di las gracias y me senté en la orilla, dejándoles ver mis formadas nalgas. Actuaba sensual gracias a estar sintiendo sus miradas en mi parte trasera, termine mi cigarro y sujete mi cabello largo en un chongo alto, para que presenciaran bien el espectáculo que estaba por ofrecerles... 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed