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Y mientras mis manos vertían sangre sobre el pavimento, mi cabeza que yacía cabizbaja se levanta lentamente con una leve sonrisa en su rostro.
Ahora todo tenía sentido para mi, era un creador, un creador de una vida mejor.
Deje caer mis brazos en posición al cuerpo y seguí mi camino, junto a la maravillosa sangre, que ahora me acompaña en mis viajes.
*Mientras se alejaba aquel sujeto, podía observarse como pequeñas gotas de color rojizo le seguían*
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