RECORDAR UN ADIÓS
(horrendo frío)
Un adiós—horrendo recordar aquellas costras depresivas de un adiós; mirando a lo lejos del tiempo ojos traidores, desfigurando el olvido que roza la nuca. Decaído y esponjoso se desordena toda la amarga condena anormal de un adiós.
Horrendo frío, horrendo; como música destructiva, como nacimiento de yagas solitarias que emergen del sentir más odiable es un adiós. Pero es un despertar, una inexplicable necesidad que no se comprende de inmediato.
Extraño horror, estruendosa prueba de valor es recordar un adiós; y te vuelves como yo, esperando no enloquecer bajo el humo nebuloso y legendario de un maldito adiós, como un manuscrito que se sacude y tirita a la caligrafía del tiempo.
—Eso es, recordar un adiós...
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