La juventud

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Enviado el , clasificado en Ciencia ficción
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-Así que ahora regentas tú este local, ¿no?

El desconocido se deja caer en uno de los sofás que había al fondo del bar, en la zona más oscura, delante del asombrado propietario.

-Me gusta la decoración. Lo has mantenido casi todo como estaba la última vez que estuve aquí. El anterior dueño era todo un entendido en objetos nativos de la vieja Tierra. Creo que mi entrada no ha estropeado ningún objeto irreemplazable.

El desconocido es un hombre alto y fuerte, de unos 30 años, con una expresión seria en la cara. Va vestido con unos pantalones de sintecuero y una chaqueta de kevlar, de color negro, con apariencia de ser bastante resistentes, aunque muestran claramente desgaste por el uso.

Se gira brevemente cuando se oyen unos gemidos, pero no aparta la mirada de su interlocutor. Este es un hombre de casi sesenta años, algo entrado en carnes, vestido con un traje de negocios azul oscuro impecable. Tiene la cara enrojecida y empieza a sudar copiosamente.

-Eres Rowan Cahill- continúa el hombre de negro.- Sé que no te acuerdas de mí, porque para mí han pasado sólo tres años, pero para ti casi treinta.

La cara de Rowan se congestiona de pronto.

-Veo que empiezas a recordar. Los viajes espaciales tienen estos efectos. Te vas a otro sistema a catorce años luz de aquí, pero para el que viaja sólo pasa un año y medio. Lo normal es que la gente que se va no vuelva, porque su familia y amigos han envejecido o muerto.

Rowan mira detrás del hombre, de quien ahora está seguro que ha venido a matarle. Sabe que ninguno de sus matones va a ayudarle.

-Yo era uno de los hombres que contrataste para vigilar la carga que enviaste a Wolf 1061. Sí, la carga de mulos.

Se vuelve a oír un ruido detrás del desconocido. Se oye un zumbido corto mientras este dispara su blaster hacia el matón que intentaba incorporarse. A continuación la vuelve a apoyar en la mesa, con el cañón apuntando a Rowan.

-Creo que tendremos que darnos prisa. Tus matones no han querido colaborar mucho y he tenido que dejarles claro que necesitábamos intimidad. No quiero acabar matándolos a todos, si no es necesario.

Se queda pensativo unos segundos y continúa.

-Te estaba explicando lo del viaje. Fue muy instructivo, pero habría sido mucho mejor si entonces hubiera conocido lo que conozco ahora de los mulos, que seguro que tú ya sabías. Son inteligentes. De manera distinta a la nuestra, pero no son animales. Y para ellos la juventud es un acto de rebeldía. No como con nuestros jóvenes, que se oponen a sus padres y a la sociedad para autoafirmarse, no. Los trabajadores perfectos: coge una base de orangutanes y por ingeniería genética añádeles más resistencia, la capacidad de estar horas sin necesitar

oxígeno, tolerancia a la radiación UV; quítales la capacidad de reproducirse y clónalos hasta el infinito.

Saca una tarjeta de imágenes y activa uno de los hologramas, en el que se ven quince personas.

-Esta era la tripulación original. Para este tipo de viajes se escoge a los miembros con mucho cuidado. Vas a pasarte más de un año y medio encerrado, sin contacto con el exterior, con un trabajo delicado y peligroso. Consigues sentirte como una familia muy rápido…Sobrevivimos dos.

El hombre mayor mira a todas partes intentando encontrar una salida.

-No te emociones. Te voy a contar como va a ir el tema. Acabaré de explicarte mi historia, te volaré la cabeza y me iré tranquilamente por donde he venido. Puedes escucharme, esperando que la providencia te salve o intentar hacer alguna tontería y morir unos minutos antes.

Rowan le mira fijamente, con una expresión mezclada de odio y pavor.

-Como te iba contando, resulta que ahora sabemos por qué nadie transportaba mulos jóvenes en animación suspendida. La bomba de adrenalina que se les implanta debe ser controlada con los microchips que se les ponen al cumplir los dos años. Pero la solución de criogenización que se aplica para el viaje, hace que la bomba se vuelva inestable y al cabo de algunos meses se dispara. Toda la adrenalina empieza a descargar sin control en el torrente sanguíneo. La animación suspendida no es muy compatible con un subidón de adrenalina y se despiertan de muy mala ostia.

-Yo no lo sabía- casi susurra Rowan.

-Tampoco te importaba saberlo. Buscabas el beneficio rápido. ¿Para qué esperar otro año con una mercancía inmovilizada? Los beneficios te permitieron contratar matones, controlar varios domos del planeta y hacerte un nombre.

Rowan se desmorona físicamente. Hunde la cabeza en el pecho mientras espera el inminente final.

-Ya casi estamos. Me pasé casi un año peleándome contra el casi millar de mulos que había por la nave. Se organizan en bandas, como los orangutanes de la Tierra. Pero su único objetivo era matarnos. Y comernos. Los orangutanes son omnívoros, ¿sabías? Y caníbales si hace falta…Al final llegamos al destino y conseguimos desinfectar la nave. Adivina cual fue mi objetivo desde entonces.

Se vuelve a oír el zumbido del blaster. El viajero recoge la tarjeta de imágenes y se levanta, sin mirar hacia atrás.


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