Las palabras

No planeaba volver. De hecho había olvidado haber llegado aquí. Fue un viernes por la noche cuando dejé que la nostalgia me visitara por un breve instante y supe que para poder abrir los ojos al día siguiente tendría que volver. No sabía que buscaba pero me sentía perdida. Creí durante años que ya lo había superado, pero me di cuenta que seguía siendo la misma. Podrían decir que había crecido, podrían ya no amedrentarme con sus palabras pero en el fondo aún quedaba algo por sanar. Entonces pensé que la voluntad no basta, tampoco los años por mucho que la gente les de importancia, es sólo la vida que te va abriendo o cerrando caminos dependiendo de qué decisiones elijas. Y aquella decisión que creíste que era correcta te tira hacia abajo.

Es entonces cuando vuelvo a escribir, pues es la única manera de ordenar mis pensamientos y volver al inicio. Porque aunque sea algo que no me de dinero, las palabras escritas me liberan, las palabras quedan libres, se van al azar después que salen y no hieren tanto como aquellas que salen de tu propia boca.