Denunciar relato
Tejiendo mares,
de los más distantes;
perfectamente
sostenía
uno o dos buenos momentos,
desde el sótano
de mis recuerdos.
Mi mirada
reconfortaba músicas y
bailes,
bocanadas de aires y
penumbras de luchas
clandestinas,
mientras abría
una helada botella
de recuerdos.
Entonces, cúpulas
de sensaciones
vagamente
olorosas hacían
sucumbir mi copa,
alegando miserias,
cerrando puertas.
—Recortando inútiles tumultos de siluetas, saliéndose como rituales; enganchándose a otros recuerdos.
... Que costumbre, es el agitar el pensamiento...
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