MARGARITAS A TUS OJOS (moribundos pensamientos)
Le obsequie margaritas
a tus ojos
acompañado de todo el amor
que guardaba y
de sueños,
para que no estén solos y
estos me pagan con plazas inertes
de pensamientos;
devolví
esa energía cinética
profunda y moribunda,
para que lean
otras gentes mi malestar
con el amor y
el karma me hizo pagar
con amarga amargura senil.
Llegue a la conclusión de que lo nuestro era siempre encontrarnos en las situaciones que lluvias y angustias nos llamaban, para luego perdernos minuciosamente entre sueños y así volver a buscarnos en la realidad; consiguiendo de la nada, empezar todo de nuevo.
Quería quedarme con tu mirada, oh cuanto quería—y que margaritas sean nuestra compañía, callando al mismo viento y perdiéndonos en pensamientos, matando el tiempo en sueños despiertos; rebosantes ingenuos, en que nos hemos convertido.
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