El ventilador.

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El ventilador se movía de un lado a otro, no refrescaba, el calor era fuerte y estábamos en la sombra. Serian cerca de la una de la tarde del mediodía, hora para descansar cuando la temperatura es agradable. Es por eso que sentado en una sillita de aluminio, me llegaron muchas ideas. Era uno de los días de Sábado, siempre hay algo que hacer en la casa, por estar siempre ocupado no tengo nunca tiempo de reflexión, creo que este es mi momento, al menos lo voy a intentar.

Han pasado mucho tiempo y las cosas se repiten de un año a otro, es un lucha constante, pero nada sacamos en claro, por el contrario, cada año estoy mas viejo, ya los años de juventud pasaron y me queda, como dicen, solo la mala idea, ahora tengo que descansar mas y ya no puedo trabajar muchas horas continuas. Es solo reflexionar de lo pude hacer, de lo que logré y cuantas veces fracasé, en todo este tiempo. Pienso que todos estamos en la misma causa, todos queremos dejar algo de buen recuerdo y es por eso que nos refugiamos en el trabajo o en el estudio, sin misericordia, nos absorbe lo racional y lo común y pasan los años y no hacemos nada de que podamos estar orgullosos, a veces ni la familia que soñamos se comporta como tal, en realidad todos quieren hacer lo suyo y no debemos intervenir, para lograr lo nuestro. Mi gran confidente, es mi perro chiquito, que me acompaña y me mira a los ojos, como implorando, alguna vez he pensado que son animales irracionales pero se dan cuenta de nuestros estados y tratan de ayudarnos, otras veces nos miran con firmeza, como reprochando nuestro comportamiento. Total al final es un perro, lo quiero, pero no lo tomo en cuenta, es como el vecino que veo a diario y no me atrevo a preguntarle como se siente. El ventilador sigue girando, es como si me cuestionara porque me he fallado a mi mismo, es un equipo eléctrico, no puede maldecirme, solo se conforma con decirme que no, una y otra vez, mientras me sopla aire caliente a la cara. Mi perro sentado, espera conforme o que lo acaricie o que le diga alguna cosa, ni una, ni la otra, sigo adormilado mirando a la nada frente al ventilador, sigo pensando ¿en que me equivoqué?, ¿me faltó valor para poder hacer algo de lo que pudiese estar orgulloso?, no soy nada, ni voy a ser nada, me conformo con pensar que no tuve la oportunidad, o la suerte de otros, o el carácter férreo para imponer mis ideas.

 Mi perro esta nuevamente mirando fijo, esta vez paró el ventilador de girar, parece que lo han apagado, ha sido alguien de la casa que necesita que me levante para limpiar, no lo pienso, acaricio a mi perro y me dispongo a salir, siempre llego a la misma conclusión, de que sirve cumplir las expectativas, el problema en este mundo es vivir lo mejor que se pueda, eso no significa riqueza, no significa dinero, significa paz consigo mismo, acuerdos con quien nos rodean, es mejor que sea la familia pero pueden ser otros, dormir como dicen tranquilo, al final como decía un sublime poeta ,toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, no es que niegue leyes de la dialéctica y con ella el desarrollo, es que siempre estamos luchando por llegar y no miramos lo que dejamos en el camino, mi perro me movió su cola y me convido a que le diera un paseo, el animal es realmente una gran compañía para mi y al menos me obliga a dejar de pensar…


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