.... SUEÑO DE VERANO….
Voy a contar hoy, que empieza el estío, este extraño suceso que ocurrió hace ya décadas, cuando mi piel era tersa, la juventud me acompañaba y mis cabellos no eran de plata...
Aquel verano decidí pasarlo en una preciosa isla mediterránea para desintoxicarme del estrés de la ciudad, las prisas, los ruidos... y poder concentrarme mejor en un nuevo libro que no conseguía que tuviera ese duende que yo buscaba.
Llegué un 21 de junio a una pequeña casita situada muy cerca del mar en una ladera del bosque. La había alquilado por tres meses y cuando la vi pensé que ese sería el lugar perfecto para encontrar mi inspiración... La casita estilo mediterránea era de un blanco intenso... y la luz entraba por sus ventanales acariciando mi piel hastiada de histrionismos... Las cortinas eran oreadas suavemente por la brisa del mar y un olor a salitre inundaba toda la estancia...mmm que delicia....
Unos días después bajé a la playa donde había unos pocos turistas disfrutando de aquellas aguas perfectas....El aroma de los bronceadores y las sombrillas de colores me llenaban de un entusiasmo fantástico...Hacía tiempo que no disfrutaba de un baño en un agua tan cristalina... sonreí profundamente...
Me decidí a alquilar una barquita con motor para poder visitar todas las calas de aquel pedazo de tierra enorme. A las tardes iba en busca de nuevas playas la mayoría de ellas preciosas; En una de esas tardes de exploración me encontré con una calita desértica y allí dejé mi lancha...
Era la cala más hermosa que jamás había visto. Su arena blanca como nieve, sus aguas transparentes de cientos de matices azulados; índigos, turquesas, Prusia...era un magnífico espectáculo para mis retinas.... Parecía no tener acceso desde tierra ya que la resguardaban unos enhiestos farallones, arriba encinas, pinos carrascos, enebros, acebuches, tamarindos... Impregnaban el entorno de un aroma fantástico a savia resina y madera cálida. Las cigarras cantaban para mí y algún tenor negro las acompañaba haciendo coro...
Me quedé dormido tumbado en la arena observando el cielo limpio del verano....
- Oye, despierta- me pareció escuchar entre el sueño y la realidad, abrí los ojos. Una bellísima mujer de ojos azules como la misma playa, me estaba hablando...
- te vas a quemar con este sol, tienes la piel muy enrojecida- y se sentó a mi lado. Yo me incorporé para verla mejor, sus cabellos eran largos y sedosos del color de los campos de trigo en pleno julio, su piel era morena y su sonrisa blanca y amable...
Sentí un escalofrío cuando le estreché la mano para presentarme
- hola me llamo Frank y tú?
- Estivalia- y su sonrisa iluminó toda mi alma como si algo realmente magnífico hubiera en ella. Llevaba un vestido blanco de algodón e iba descalza.
-¿pero cómo has llegado hasta aquí? no hay manera de bajar por el acantilado y no veo ninguna barca?- Le comenté...
-soy una sirena que ha salido del mar jajaja- y los dos reímos embriagados por el calor y los aromas arbóreos....
Hablamos de muchas cosas, era como si la conociera de toda la vida, y me hacía sentir vivo de verdad... Al atardecer mientras los grillos aumentaban sus canticos me dijo que tenía que irse...
- mañana si quieres estaré aquí- me dijo la bella mujer sonriendo de nuevo …
- ahora vete y descansa... y ponte en la piel aceite de romero que te calmará esas irritaciones solares
Desde aquel momento iba a la calita preciosa todos los días desde primera hora de la mañana ansioso por verla; y todos los días charlábamos y nos reíamos y nos refrescábamos en aquellas aguas divinas.
Me encantaba oír sus historias sobre leyendas y bosques, sobre la naturaleza y sobre la felicidad, yo me quedaba absorto mirándola... Me sentía más vivo que nunca y estaba desbordado de júbilo.
-De verdad¿quién eres? siempre que vengo aquí tú ya estas y nunca te veo irte, y no me has contado nada sobre tu vida... eres realmente extraña y fabulosa al mismo tiempo-
Me miró fijamente y me dijo: - quizás algún día de estos lo entiendas.... -
Miró hacia arriba al inmaterial inmenso y señalando el sol agregó -mi padre se llama Ra, aunque algunos lo llaman Helios, Inti...en fin....yo vivo aquí.... ahora y en todo...
-¿cómo?- pregunté - no te entiendo muy bien¿qué quieres decir?-
Ella sonrió y dijo: - anda, vete que es tarde y rio como si estuviera de broma... No quise preguntar más y mi mente imaginaba cosas absurdas e impensables.
Nos seguimos viendo todos los días... hasta que el 20 de septiembre me dijo:
- Me tengo que ir, lo sabes- y me miró profundamente durante un tiempo atemporal infinito.
- No te puedes ir, te amo con todas mis fuerzas eres lo más grande que me ha pasado en mi vida, contigo soy yo de verdad, vuelvo a la esencia de la naturaleza y a vivir conscientemente!!!!!
-Lo sé, pero así tiene que ser...-dijo ella con gran tranquilidad
-Te volveré a ver? le pregunté
- no así, en forma corpórea, pero te aseguro que me sentirás en cada periodo estival, porqué estaré en los árboles, estaré en la tierra, estaré en el astro rey, estaré en las playas con olor a bronceadores, en las cigarras, en los grillos, en el calor, en los largos días...
Entonces ella se aproximó a mí y me beso ardientemente...La abracé y de pronto sentí el aroma de los pinos y las sabinas como nunca antes los había sentido, y el olor a tierra dulce y cálida llenándome en completa plenitud, y el sol en mi rostro moreno, y pude percibir el maravilloso sonido estival de las cigarras, y también el aroma de los bronceadores y el color de las playas....sentí tanta emoción en aquel beso, algo que jamás había podido imaginar... sentí dicha, júbilo , una alegría desbordante, felicidad en estado puro...entonces comprendí... y supe lo que era la auténtica pasión absoluta irradiándose por todo mi ser de tal forma que caí desplomado al suelo y perdí el conocimiento.
Cuando desperté y me incorporé había a mi lado una escultura de arena con silueta de mujer, y junto a ella un frasco de cristal precioso que irradiaba toda la gama espectral de luz con líquido dentro.
Volví a besarla otra vez, esta vez sus labios eran de arena, y la estatua se derrumbó. Cogí el frasco me monte en mi barca y me fui...
Desde entonces cuando quiero recordarla abro el frasco y un embriagador perfume me envuelve haciéndome sentir algo de lo que sentí la última vez que la vi....
Aunque todavía sigo dudando si todo aquello fue real o simplemente fue un delirio de verano…
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales