Os invito a que especuleis sobre lo que ocurre

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Enviado el , clasificado en Intriga / suspense
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Ibamos en coche por una carretera solitaria. Era de noche, pero no solo eso, el ambiente tenia una atmósfera opresiva y oscura. Yo estaba sentado detrás, en silencio, mientras observaba a mis dos amigos en los asientos delanteros. Iban hablando, pero no recuerdo de que, supongo que no era nada interesante. Al poco rato llegamos a la casa de uno de ellos. Estaba vacía y a oscuras. Encendimos las luces, pero la tenue luz que emitían no era suficiente para desterrar la oscuridad de los rincones.
Me sentía intranquilo, pero mis amigos no parecían notar nada, ya que oía sus voces animadas procedentes de la cocina. Decidí no dar crédito a ese sentimiento, y me embarque en la búsqueda de un poco de alcohol. Encontré una botella de vino a la que le faltaban unos buenos tragos.
Me serví una generosa copa, y me acerque a la cocina a ofrecerles a mis amigos.
Volvimos al salon, donde había dejado mi copa, y nos sentamos en los cómodos sofas de piel clara. Ellos seguían con su anima charla. Yo sin embargo, sentía esa inquietud detrás de la cabeza. Ese sentimiento que no sabes ubicar, pero que te provoca estar intranquilo y alerta, sin motivo aparente.
Bebí un trago de mi copa. El dulce sabor del vino tinto disipo ligeramente mi inquietud, y me sentí mas animado para conversar con mis compañeros.
Pasamos un rato agradable. Yo ya había olvidado ese extraño sentimiento que me inquietaba, y estaba disfrutando relajadamente.
Cuando empezó a hacerse tarde, decidí irme a la cama, aunque veía a mis achispados compañeros poco dispuestos a hacer lo propio.
Apure mi copa, suspire plácidamente, y me puse en pie.
Pero en ese instante, sentí que el mundo se paraba.
Comencé a oír unos golpes rítmicos, al tiempo que un olor ferroso invadía mi nariz.
Como a cámara lenta, vi como mis amigos giraban sus rostros hacia mi, y como este pasaba de la ebria alegría, al terror mas absoluto.
Empece a notar una humedad, caliente y viscosa, bajando por la espalda. Rápidamente esta sensación se extendió al resto de mi cuerpo.
Levante una mano, y me la mire con detenimiento. Estaba cubierta de un liquido oscuro, viscoso y brillante. Parecía que la hubiese sumergido en alquitrán.
¿Que era aquello?
Aquel liquido oscuro goteaba por todo mi cuerpo. Con fría calma, observe como las gotas caían sobre el sofa, y al impactar sobre la piel clara, estallaba en minúsculas gotitas de color rojo carmesí, un rojo tan intenso que casi deslumbraba.

Creo que nunca sabré que sucedió. De pronto sentí un frío intenso, mis rodillas fallaron, y me desplome contra el sofa, en medio de una lluvia de minúsculas gotitas rojas. De un rojo tan rojo que dolía.

Fue una muerte bonita.


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