Atormentada desde su infancia. Hija de una madre opresora, más que guiar y cuidar de su retoño, explotaba sus virtudes y esfuerzo, enriqueciéndose a cambio de nada.
El destino quiso que su padre sea fuerte, visionario y abnegado. Hizo cuanto fue necesario en pos de su protección, cuidado y desarrollo. Le enseñó como defenderse, como cuidar lo logrado con tanto esfuerzo.
La vida no le fue fácil. Hasta el día de hoy han llegado las luchas entre el bien y el mal en su propio seno, como si fuera poco resistir el ataque externo. Pero de una forma u otra a seguido adelante, forjándose, encontrando el camino.
Hoy siendo adulta, pero joven aún, continúa tempestuosa, enfrentando a los mayores haciéndoles conocer sus razones. Llegará el día en que la experiencia de los años traiga paz y calma, mientras tanto deberá crecer.
Un 9 de julio dijo adiós a su madre española y desde entonces lucha por ser nuestra nación, la de todos los argentinos.
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