Superman en Madrid ( final )
Por Piculino68
Enviado el 08/07/2016, clasificado en Humor
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Ya por fin salgo del calabozo de nuevo y me dirijo al hotel, casi prefiero no salir de allí en lo que me restan de vacaciones, pero las vacaciones encerrado en un hotel, son muy aburridas, así que me animo a pasear por los alrededores.
Bajo a un barrio, llamado Lavapiés, donde dicen que es multicultural y que allí no tendré problemas con nadie. Me encuentro con una estampida de negros, perseguidos por la policía, corriendo con unas mantas a estilo sacos a sus espaldas, pero decido no inmiscuirme en sus asuntos.
Camino por el barrio, cuando de pronto, me paran para atracarme. Uno de ellos parece moro y el otro español, para evitar problemas le doy todo lo que me piden, al fin y al cabo no llevo nada de valor. Se llevan hasta la llave la habitación del hotel. Sigo mi camino entre las calles del barrio y me paro a observar a un malabarista que se gana la vida subido en un monociclo y haciendo malabares con unos bolos, cuando se le escapa uno de ellos e impacta contra la luna de un taxi que estaba parado en el semáforo. El taxista sale del coche con un bate en la mano y se lía parda entre los taxistas de la zona y un montón de gente que salen en apoyo del malabarista. Yo me escabullo de nuevo, para evitar problemas.
Sigo me paseo, respirando hondo para no saltar con cada delito que veo a mi paso. Por un lado, en la plaza se esta vendiendo droga, pero la policía no es que no haga nada, es que está comprando; por otro lado los negros que antes corrían han vuelto a montar las mantas con sus cachivaches, los taxistas siguen a hostias con los que han venido a defender al malabarista y mis atracadores están haciendo lo mismo con un chino que pasea por allí.
Mi condición de superhéroe, me pide actuar, pero tras los últimos días y sus consecuencias, tengo miedo de crear un conflicto internacional, así que decido llamar a Obama y pedirle que tomen ellos cartas en el asunto.
Le pido prestado el teléfono a un transeúnte, que me lo da y sale corriendo por patas asustado. Llamo a la Casablanca y me identifico, en seguida me pasan con el presidente.
- " Sr Presidente, soy Superman, necesito que invada un país y ponga orden, aquí están todos locos, desde que he llegado, no he parado de ver miles de delitos y delincuentes sueltos por las calles. El gobierno está lleno de corruptos, los banqueros asaltan el país, llevándose el dinero de sus clientes y las gentes del lugar son felices y les votan de nuevo. Por favor envíe de inmediato los marines. Yo no me muevo de aquí, estoy en Lavapiés ".
No pasan ni veinte minutos cuando oigo sirenas, por fin vamos a solucionar esto, pienso.
Una bandada de policías cercan la plaza, ponen a todos los civiles a salvo, todos huyen despavoridos. Seguro que un tomahawk está a punto de caer. No paran de llegar ambulancias y una cantidad ingente de personal médico se acerca junto a mi, se creerán que soy un civil y vienen a protegerme.
Amablemente me ofrecen unas camisas blancas, dicen que son el ultimo grito, que me las ponga y les acompañe, que me van a llevar a ver a Obama, que ya ha llegado y pregunta por mi, al parecer estaba veraneando en Sevilla.
Me subo a uno de los furgones y me llevan a un hotel encantador en medio de la nada, donde dicen que van los clientes tan especiales como yo. Recibo la llamada del presidente y me pide que aguante aquí hasta que las cosas pasen. Me encuentro rodeado de gente como yo, de uniforme blanco impoluto. Sus caras de felicidad lo dicen todo. Este Obama, que mano tiene, me ha conseguido un hotelito donde comer, dormir y descansar en una de las instalaciones secretas del gobierno, lo llaman manicomio.
Moralejas: Cada loco con su tema, cada cuerdo en su lugar, España es imposible de arreglar y los americanos están mas locos que nosotros. Vive y se feliz, aunque sea en un manicomio.
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