Otro punto de vista...

Y aun no lo sé... Que hago aquí dentro, me siento como líquido, pero no puedo verme.
No siento nada, solo sé, que soy yo, un ente. Noto como todo mi cuerpo es algo viscoso, resbaladizo, con un extraño sabor a hierro, realmente... ¿Que seré?
Oigo barullo ahí fuera, que si gritos, que si caballos, que si espadas sonando... No entiendo por que diablos hay ese barullo ahí fuera, aún todo esto, no me importa.
Estoy cómodo, calentito... Además hay una olor en el ambiente muy agradable, ¿que será?
Incienso... No. No creo... Es un aroma... algo sensitivo y relajante que me produce un bienestar.

...AHHHH! ¿Que es esto? Veo luz, la luz ciega la percepción que tengo sobre lo que hay a mi alrededor...Pero... ¿PERO QUE DIABLOS? ¡Estoy en un campo de batalla! veo un caballero, empapado de sangre que se dirige hacia mi, a cogerme, con cara de sorprendido, con la actitud de alguien que ha salvado algo, algo muy importante, alguien valiente; se le nota en la forma de andar, de ser... 
No puedo resisitirme ni lo mas mínimo, no por que no quisiera, sino por que no podía, estaba como paralizado... Me cogió con firmeza, se giró sobre su torso pesado y resplandeciente y se dirigió a la dama mas bella que haya visto jamás, piel blanca, pelo rizado, labios rojizos como la carne, ojos cristalinos... los rayos de sol hacían su melena puro oro... 
Cuando esa dama me cogió lo comprendí todo, el por que no me podía mover, de donde había salido, por que olía tan bien... Todo eso lo corroboró el hecho de que viera detrás del hombre con su cuerpo de hojalata platina, un enorme dragón agonizando en el suelo... Entonces supe que ese caballero era el famoso San Jordi y lo que realmente soy. La Rosa que salió de la sangre del dragón, entregada al amor del susodicho caballero...