CONTINUACIÓN.....
No significaba que cada detalle que tuviera no me enloqueciera, su arrogancia, su picardía, su sonrisa me mataban lentamente, poco a poco iba dejándome llevar por sus caricias, sus manos en mi pelo, en mi piel, en mi boca.
Luego de su regreso nos vimos cada día; seguíamos frecuentando el viejo parque con césped alto y nos tumbábamos a descansar, colocaba su cabeza en mis piernas, me miraba como hipnotizado y luego nos besábamos; ya los besos no eran tiernos ni inocentes; se volvieron placenteros, exitantes, volátiles; de mis labios bajaba con su boca hasta mi cuello, me rodeaba por completo y luego bajaba un poco mas hasta cerca de mi corazón. Supongo que sentía mi palpitar, intenso, rápido.
Sus manos llegaban cada vez a donde más podían, se deslizaban por mi espalda, bajaban tanto como yo lo permitiera y simplemente empecé a permitirme un poco de ese juego. Sobre la ropa acariciaba mis piernas, mis senos, mi abdomen; yo por mi parte, besaba su frente, bajando lentamente también llegaba a su cuello, mordiendolo suavente, con mis manos halaba hacia mi su camisa, en ocaciones desabotonaba unos cuantos botones y acariciaba su pecho, luego volvía a arreglarla.
La mayor parte del tiempo en que dejábamos de vernos, pasabamos conversando por teléfono o enviándonos mensajes de texto, cuando salíamos prestaba una motocicleta y salíamos a toda carrera, la ciudad era pequeña y tenía cada colina para recorrerla y bajarla a velocidad; me encantaba envolver mis manos al rededor de él cuando íbamos en ella.
Las cosas parecían estar funcionando, sentíamos atracción, ilusión, deseo, ganas de estar juntos, nos extrañábamos, podíamos hablar durante horas sobre cualquier estupidez y no nos aburríamos. Una noche después de conversar un rato y dar unas vueltas en la motocicleta, me llevó a casa; al cabo de unas horas me escribe un mensaje, ya estaba media dormida y lo leo de pronto: "Te extraño princesa, te necesito, me gustas, te quiero, muero de ganas de hacerte mía...."
Me extrañó un poco, no es que no haya ocurrido antes, con mi antigua relación fueron noches inolvidables, pero esta era una nueva experiencia... -La verdad no creo que sea prudente eso, le contesté, tenemos un mes de conocernos y otro de salir juntos, sin contar que no pasas aquí la mayoría de tiempo, deja que las cosas sucedan cuando tienen que suceder..."
Al día siguiente ya era treinta de diciembre, por la noche charlamos un poco y quedamos en vernos al día siguiente para salir a bailar un rato. Llegó la tan ansiada salida, la gente celebraba ya la llegada de un nuevo año, mi familia se quedó en casa luego de la cena y los miembros más jóvenes salimos pasada la 1 a. m. de ese primero de enero a divertirnos, me quedé esperando su llamada, se hicieron las dos y luego las tres y nunca llegó, sin embargo no me preocupé en ese momento, pues estábamos varias personas reunidas en casa de una amiga y el baile y el trago acompañaban muy bien la parranda.
Bebimos demasiado, amaneció en aquel lugar y no vi ese amanecer junto a él, ya estaba muy ebria a esas alturas para ponerme a discutir por este tema con los demás, me fui a mi casa y dormí unas cuantas horas.
Eran cerca de las cuatro de la tarde cuando desperté, inmediatamente tomé el celular y lo llamé. no hubo respuesta; luego de muchos intentos al fin respondió; quedamos en vernos cerca de mi casa, en una iglesia pequeña. Me bañé y salí a su encuentro, no me peiné ni me maquillé, una camiseta roja, un jean y el look de desarreglada fueron mi estilo esa tarde; llegué y ahí estaba con una linda camiseta blanca y una gorra, nos abrazamos y de repente se me olvidó todo enojo que sentía, era obvio que había bebido toda la noche, sin embargo no le di importancia, caminamos por ese lugar, compramos jugos y nos sentamos a platicar..
-Eres una histérica, me dijo.
-Porque, por estar pendiente de ti, me prometiste salir esta noche de fin de año, me quedé esperándote nunca llamaste, te olvidaste por completo de mí, me hiciste a un lado.
-No es así, se me pasó la mano, tu sabes año nuevo, los amigos, el trago, todo sse juntó, disculpame no volverá a pasar.
No se como pude creerlo en ese momento, esa sería la primera de muchas disculpas. Pero no quice parecer celosa o enojada y me dejé llevar por sus besos nuevamente.
Nos separamos despues de largo rato y me susurró en el oído suavemente: -"Quiero llevarte a otro lugar, quieres ir conmigo, no pasará nada que no desees".
Ya sabía todo lo que pasaría, a donde iríamos y absolutamente todo lo que haríamos con escuchar esas simples palabras, ya mi mente viajaba a otro lugar.
No hice nada por impedir eso, me dejé llevar de la mano y esperamos que algún taxi a esa altura de la tarde y en pleno primero de enero circulara por el lugar, casi no pronunciamos palabras, mi nerviosismo se notaba, parecía la primera vez; sin duda alguna de una u otra forma lo iba a ser, no por el hecho de que no hubiera pasado nucha, simplemente porque sería con alguien diferente desde hace siete años....
CONTINUARÁ........................
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