¡Wooow! Hambrientos zombis peleaban contra valientes gnomos en el salón, mientras los milenarios dragones sobrevolaban la cocina, en busca de los temidos fantasmas, que apresaban a los bárbaros vikingos del balcón, observando cómo se aproximaban los elegantes navíos romanos por la piscina, tripulados por la impactante Novena Legión, para conquistar Al- Ándalus, hasta ahora en posesión de los visigodos hispanos, que acampaban en el dormitorio principal, descansando hasta el esperado día D y la famosa hora H para ir a batallar contra 300 valerosos espartanos, que esperaban desde hacía dos siglos en las escondidas Termópilas, con el ansioso deseo de liberar el gran Jerusalén de las afiladas garras del fascismo italiano, aún en guerra contra las inmensas tropas de Napoleón en la fría URSS, donde el poderoso Zar observaba impresionado la relajación y serenidad de un joven tumbado en el sofá de su casa mientras la historia y la fantasía copulaban frente a él.
Al fin, las setas mágicas habían causado su magnífico efecto.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales