Hechos, no palabras.

Las palabras se las llevó el viento.

Sí, aquellas en las que decías que era diferente, que querías pasar todo el tiempo conmigo, aquellas contenidas en una botella de recuerdos guardada en una caja junto a otras cosas que tuvieron su significado en el pasado. Sí, tuvieron, porque ahora son recuerdos de experiencias vividas que no serán repetidas pues no sólo dependen de mí, sino también de tí.

Dejaron de tener sentido desde que decidiste que lo nuestro no iba a avanzar, pero la vida es así, está llena de incoherencias, de preguntas, de decepciones y pérdida de ilusiones. Y me cuesta entender que puedas pensar que llegaste a conocer mi forma de ser, pues eso me hace creer que no lo conseguiste hacer.

¿Te acuerdas de aquella frase en latín que decía que los hechos pesan más que las palabras? Sí, claro que te acuerdas, tal vez te acompañe toda tu vida en forma de tatuaje, cosa que yo no he podido hacer y no porque no haya querido. Ahora es cuando le encuentro más significado a esa frase, pues esas palabras dejaron de ser correspondidas con hechos hace varios meses.

Las palabras recogidas revelaban algo que, aunque veía,  no creía que haría algo que me dañaría. Que no quiero olvidar, pero sí aceptar y superar, algo que es difícil si me pongo a recordar.

Y sin llegar a calcar la situación está siendo difícil la superación pues intento conseguir la igualación como pasó en otra ocasión. Pues una cosa mencionaste en la que en parte aclaraste que algo no pasaste aunque lo intentaste.

El problema está en que nunca decimos adiós definitivamente pues el recuerdo está presente, afectando el pasado al presente y queriendo trastornar nuestro futuro. El recordar te impide avanzar y te logra dañar aunque no destrozar porque siempre somos un poco más fuertes de lo que creemos.

No debemos torturarnos por lo que hicimos o no en el pasado y dejar de pensar en aquello que hace que te apriete el cuello tratando de dejarte sin respiración en más de una ocasión. Y es que sólo viviendo algo similar se puede llegar a comprender lo que pudo suceder.

Y claro que no podía avanzar si no se consigue superar, pero es cierto que puede pasar.