Mi enemigo de 30 kilos.
Por Alex White
Enviado el 29/07/2016, clasificado en Reflexiones
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Mi enemigo en este mundo no es mas que un recuerdo. Posiblemente tengan un oponente de similares características. Es impredecible, no sabe lo que quiere porque no sabe mucho en realidad. Cada tanto se corta el cabello, no porque quiera, sino por que su madre y su abuela lo obligan. Tiene muchos amigos similares a el, a veces es triste y otras veces es feliz...
Tiene una gran imaginación, puede usar una rama como su entretenimiento del día, pero en pocas palabras, mi enemigo pesa 30 kilos y soy yo mismo pero a temprana edad.
Cuando era mi enemigo, mis prioridades eran muy diferentes. No me preocupaba por las facturas de teléfono o de luz, no me preocupaba por el transito o por el Internet, bueno, de hecho solo me importaban unas facturas, las que se comen , las que te alegran el día, no como las que me preocupan ahora , que no se para que las pago porque siempre me piden mas dinero y el servicio sigue siendo una mierda...
Mi enemigo tenia gustos particulares. No se peleaba con su amigo de toda la vida por una mujer, hasta era posible tener un club donde no se aceptara ninguna. No digo este como algo malo, sino todo lo contrario. Mi enemigo, al igual que los villanos de los cómics, tenia poderes... Su imaginación es uno de ellos.
¿Como ganarle a un ser capaz de recrear una batalla que vio en el cine, usando solo un trapo
viejo y un pedazo de metal que encontró en el suelo?... Los dragones eran posibles, de hecho, creía que había mas de uno dando vueltas por ahí. !Quizás se ocultaban en mi garganta y cuando hacia frió, lanzaba fuego para que el huésped no se congelara. Mi enemigo entendía que el vapor del cuerpo, era como una criatura magia y ahí reside su poder... Hoy en día, muchos guerreros que pesan mas de 60 o 70 kilos, envidian a estos seres por esas características, sobretodo cuando el día es largo y los problemas se acumulan...
Un día pensé... ¿Como puede morir un ser de tan increíbles características?; ya que en muchos casos su poder se compara al de un Dios Griego. Gracias a la filosofía entiendo que los Dioses pueden morir si uno los olvida, pero estos seres no pueden ser olvidados tan fácilmente... Existen otras criaturas, muchas veces reciben el nombre de madre o padres. A veces pueden ser llamados abuelos o parejas gays que no pueden procrear y que adoptan para esparcir su amor sobre estos seres de 30 kilos o menos. Ellos no los olvidan, en su mente siguen siendo criaturas reales, buenos, gorditos o flacos, pero son reales...
¿Como se puede pelear contra un enemigo así? Es difícil decirlo, por lo general logramos ganar algunas batallas... Perder la virginidad le resta inocencia a esos seres, los debilita. Hacer trampa en un examen pone en duda su estado físico, su mente se nubla por unos segundos, están listos para un golpe mucho mayor; como hacerle creer a una vecina que la persona que se robo la ropa de la soga, era un monstruo de 57 kilos que es medio pajero. En definitiva, mi enemigo es difícil de vencer, pero no es inmortal...
Una vez que te alejas de aquellos seres que los mantienen con vida a través del recuerdo, es fácil pretender que no existen. Sus acciones se detienen, no pueden moverse ni un centímetro, se convierten en piedra y la piedra como todos saben, muere por el papel... Una vez escribí una carta, decía muchas cosas hirientes a una guerrera de mi peso, ella hizo cosas malas también, pero en definitiva nos parecemos mas de lo que creemos. Yo como un guerrero puedo perder batallas todo el tiempo, pero nunca la guerra y eso es porque peleo contra un igual, alguien frágil, de poca memoria, que es fácilmente olvidado por otros seres; quizás porque tienen el mismo peso.
Este mundo esta construido para guerreros como yo, pero si mi enemigo de 30 kilos aun existiera, posiblemente me daría un golpe en la cara por mis acciones contra otros guerreros de mi peso y categoría. Sentiría que su muerte fue en vano, que no aprendí ningún arte o estrategia, que golpeo y lanzo disparos "porque si". Diria que mis debilidades se maximizan, porque no se aprovechar el tiempo...
Es difícil hablar de un enemigo tan carismático, que hacia el bien casi siempre, es difícil ponerme en su lugar, ya que no recuerdo cuando murió exactamente y nunca pude ir a su encierro. Hoy los kilos solo sirven para definir una categoría, pero mientras mas pienso en mis logros, a veces, me hace creer que soy un villano. Que mi enemigo de 30 kilos era el héroe que nació y murió como un campeón y que yo, sin darme cuenta, soy el villano que disfruta de tener batallas sin sentido todo el tiempo, porque hasta el día de hoy, no entiendo porque peleo.
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