Separadas por amor (Parte 3, FINAL)
Por constelación
Enviado el 30/07/2016, clasificado en Drama
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Ya era la hora. Estábamos todos, tanto hombres como mujeres, de pie y en fila. Comenzaba a amanecer y uno de los policías sacó una lista para comprobar que estábamos todos los "enfermos" presentes.
- Muy bien, debéis saber que el estar aquí es por la sencilla razón de poder obtener una libertad condicional- todos nos miramos ansiosos y sorprendidos- Escuchádme... nada es gratis en esta vida, por lo que para conseguir la libertad condicional, debéis hacer algo. Os hablo de poder salir de vuestras apestosas celdas... pero salir significa estar sano. Muchos de vosotros tenéis la misma enfermedad, por lo que hemos decidido que la condición para la libertad que ofrecemos, ha de ser la misma para todos: Debéis casaros por la iglesia con el sexo opuesto- en ese momento, todos comienzan a hablar hasta que el policía disparó al cielo y no se escuchó ni un murmullo- Me da igual si os gusta o no... pero no estoy aquí para perder el tiempo, así que las mujeres decidirán con quién casarse ya que son menos las mujeres encarceladas que los hombres. Iremos llamando por orden de apellido.
No podía creerme lo que estaba pasando. ¿Una libertad condicional si te casas con el sexo opuesto? ¿A cuenta de qué viene todo esto? Todo era demasiado extraño. Miré a Marta alejada de mí, con un semblante serio y los ojos perdidos en sus pensamientos. Me pregunto en qué estaba pensando y qué había pasado para que se distanciase de mí, hasta que escuché mi apellido y mi nombre. Me acerqué al policía.
- ¿A quién vas a elegir?- miré hasta localizar a Marlo.
- Elijo al hombre que truena- hubieron voces de asombro al elegir a alguien tan intimidante pero el policía pronto les hizo callar. Pude ver a Marta por última vez, antes de que nos metiesen a ambos en un carromato... estaba llorando, seguro que estaba llorando. Nunca se me borrará de la memoria las lágrimas de su rostro.
Para evitarte un mal trago, seré breve con lo que pasó a continuación. Esa libertad condicional que nos otorgaban, se trataba de llevarnos a un espacio abierto, con casas de bajo presupuesto, preparadas para cada pareja formada. Me casé con Marlo en una pequeña Iglesia que había en las afueras. La boda fue rápida e incluso creí que podría respirar la ansiada libertad pero al entrar a la casa que nos daban como vivienda, supe que todo era una farsa. Cámaras por todos lados, incluso en el dormitorio. Encima una semana más tarde nos advirtieron que teníamos que consumar el matrimonio al menos 2 veces al mes y que hiciesemos caso omiso de las cámaras instaladas, que solo era para asegurar que nos habíamos recuperado de nuestra enfermedad...
Tuve que hacerlo, tanto Marlo como yo nos sentimos incómodos, pero tuvimos que hacerlo a fuerza de voluntad. Sin embargo, no me puedo quejar, Marlo y yo nos entendíamos y sabíamos que pasara lo que pasara seguiríamos siendo aliados y compañeros. Siempre contábamos nuestros sentimientos.
Pasaron los días, las semanas... varios meses y en la madrugada tocaron a la puerta. Bajé algo preocupada de si sería algún policía. Cuando abrí la puerta me sorprendí al ver una pequeña cesta de mimbre que llevaba un bulto y una carta. Pesaba demasiado pero al despejar la cesta llena de mantas descubrí a un bebé recién nacido. Confundida abrí la carta:
Querida Katy;
Quiero que cuides de este bebé. Sé que es mucho pedir, pero no confío en nadie más que en ti. También quería aclarar muchas cosas que nunca dije y que debí decir. Katy, yo te quiero y siempre te querré, nunca lo olvides. El hecho de que nos separaran fue duro para mí. Quiero que sepas que todo lo que hice no fue por tu culpa, fue para protegerme y para protegerte a ti. ¿Sabes por qué hicieron toda esta farsa de la "libertad condicional"? Pues ni más ni menos que por "culpa" mía. El día que te dejé de hablar fue porque necesitaba estar sola y no quería que te viesen conmigo por si te hacían lo mismo. La noche anterior, uno de los policías me dijo que nos vieron juntas y que debíamos dejar de hacerlo. Le dije que nuestro amor no era una enfermedad y me obligó a tener sexo con él. Esa noche... me quedé embarazada. Obviamente, nadie debía saber lo que había pasado y para evitar más incidentes decidieron hacer todo este montaje ya que al parecer el policía no quería hacerme daño. Según ese sucio perro yo era especial. Lo demás ya lo conoces, me casé con un loco que no para de murmurar por las noches... estaba a punto de desquiciarme cuando nos obligaron a tener relaciones como si fuesemos animales.
Llegados a este punto... si estás leyendo esta carta, significará que yo ya he tomado una decisión. Por favor, cuida de mi bebé... un niño que debía haber sido nuestro y no de esta manera. Te amo Katy. Siempre te amaré.
Siempre tuya, Marta.
Todo lo que queda decirte, mi amado hijo... es que tu verdadera madre murió aquella noche. En la mañana temprano vinieron los policías a enterrar su cuerpo pálido y sin vida. Te ahorraré la descrioción detallada. El caso es que ahora eres responsabilidad mía y tu "padre" y yo hemos decidido cuidar de ti, ahora que tenemos una libertad plena. Obviamente seguimos siendo homosexuales, pero oficialmente seremos tus padres. Espero que cuando leas esto, estés preparado para afrontar la verdad y deseo que para entonces, la sociedad en la que tengas que vivir sea un verdadero país lleno de libertad.
A mi querido hijo, Cristian.
Con todo mi amor y cariño, Katy.
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