Este calor sofocante africano, esta desgana, el mal humor, la falta de actividad por el asqueante verano sin piscina, sin playa, sin aire acondicionado...
Temía la llegada de la noche, todos los demás caían en la cama como picados por la mosca tse-tse y empezaban a dormitar. Algunos encima molestaban con sus estruendosos ronquidos..
Creo que ya he mencionado lo del mal humor, verdad?
Probó a hacer ejercicio al albergo de la nocturnidad, pero sólo le hacía sentirse más activado.
Probó a leer en la cama, a escuchar música relajante, a ponerse tapones en los oídos, se compró un ridículo antifaz. También experimentó con ver películas soporíferas de arte y ensayo para gafapastas.
EL sexo no le apetecía, sudar aún todavía más?
El ventilador que sólo removía aire abrasador.
Recurrió finalmente a doparse, pero ni por esas conciliaba el maldito sueño. Se iba a volver loco...
En definitiva, es una tortura ser pobre y estar desocupado en estos últimos veranos cada vez más largos e infernales.
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