Calentando al amigo de mi papi

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
21432 visitas

Marcar como relato favorito

Alto, de tez oscura, de 42 años, a mis 29 años esa edad me parece excitante, con una manos grandiosas, todo llamo mi atención en seguida pero había algo que me perturbaba, su mirada; me transmitía como electricidad, sexo, morbo. Dios!!! como me gustaba, quería probar su boca, que me rodeara con sus manos, que apretara mis nalgas con fuerza. Fueron esos mis pensamientos hasta que me decidí a "jugar", soy buena en ese juego de provocación, lo se, es excitante. Todo comenzó así...
Sabia que ese día el iría a tomar un trago al bar que a mi también me gustaba, decidí vestirme muy sexy, use un vestido corto, azul marino, unos tacones finos, mi melena suelta caía en la parte baja de la espalda, sin ropa interior, me disponía a salir y tomar un taxi, llegue al bar y lo vi sentado en la barra acompañado de una mujer, era muy guapa, me puse justo detrás de ella de modo que el pudiera verme, cuando me senté cruzamos miradas, fue por segundos pero se que lo perturbe, me sentía ruborizada, sexy y  con ganas. Pude escuchar lo que hablaban y note que estaba aburrido, había pedido un cóctel llamado "infierno", era poderoso, lo que necesitaba para perder la poca vergüenza que tengo. El me seguía observando y yo a el le sonreía mientras bajaba la mirada casi como una nena buena, saque una tarjeta con mi numero y le hice una seña al barman para que se la entregara sin que ella se diera cuenta. Me levante al tocador, cuando ya salí de allí lo encontré en la puerta esperándome, se presento muy caballerosamente:
-Hola, soy jhon.

-Hola, laurent, encantada de conocerte.

-Lindo vestido.

-Linda camisa. Veo que estas acompañado y creo que estas haciéndola esperar mucho.

-Que espere, Hoy alguien mas tiene toda mi atención. Ya te vas??

-No, la noche apenas comienza.

-Esperas a alguien?

-A ti.

-En 5 min estoy contigo.

-Tienes 3 min.

Salió directo a la barra, yo me dirigí a sentarme en una mesa donde pudiera visualizar todo, el le dijo algo a la chica, ella casi lo fulmino con la mirada y se fue; se sentó en la mesa justo a mi lado, pidió dos tragos y comenzamos a hablar, luego de 2 tragos mas, 2 horas hablando y muy cerca el uno del otro me tomo por el cuello y me beso, fue suave, con un ligero mordisco en el labio inferior, por instinto tuve que apretar las piernas porque comenzaba a mojarme, le correspondí metiendo mi lengua en su boca e inhalando su delicioso aroma, me tomo por el cabello y volvió a morderme, estaba casi gimiendo, di gracias por estar en una mesa ubicada en el rincón donde se veía muy poco lo que hacíamos. Cuando nos separamos me faltaba el aire, pude ver a través de su pantalón que estaba duro y yo me sentía muy húmeda, tome un sorbo de licor, lo mire directamente a los ojos y le dije:

-No tengo pantys.

Su mirada se torno turbia, deseosa, morbosa. Me mordí los labios. Miré hacia todos lados y pude notar que todos estaban ensimismados en sus mundos, me fui agachando bajo la mesa, me puse de rodillas allí, tapada con el mantel, le baje el cierre el boxer y saque su miembro, me saboreaba, lo puse cerca de mi boca y le pasaba la punta de la lengua, estaba enloquecida con su sabor, clavaba mis uñas en sus rodillas y lo tragaba todo, lo sentía desesperado, ansioso, apretaba sus bolas, me sentía poderosa, metió sus manos debajo de la mesa, me tomó por el cabello y lo empujó muy adentro y allí, en ese lugar, conmigo de rodillas vació su semen en mi garganta, no deje una gota sin succionar. lo lamia, lo limpie todo, me levante con cuidado y vi sus intenciones, aun no terminaba.

Salimos del bar, llegamos a su auto y fuimos a un motel cercano, no quería parar, esa noche estaba ardiente, cuando nos detuvimos frente a la habitación me tomo dentro del coche, abrió mis piernas, puso una sobre su asiento y la otra sobre el tablero, allí me la comió entera, se metió entre mis piernas y su lengua era gloriosa, yo gemía, jadeaba y lo tomaba de la cabeza para meterlo mas adentro, con la punta me penetraba y lamia mi clítoris como nunca, metía los dedos y chupaba, su mano iba muy rápido y sentía que me iba a correr allí, de manera estruendosa:

-Para... para.... voy a acabar... aaaaahhhhhhhhhhhh.

-Eso, disfrútalo nena. 

Me cargo, yo lo rodeaba con mis piernas por la cintura, me pego a la puerta, logro abrir sin dejar de besarme y entramos, me quite los tacones y fui a servirle otro trago, lo tomo de un sorbo:

-Ahora no quiero mas tragos, te quiero aquí de rodillas a mi.

Levanté mi vestido de manera que mi cola quedara descubierta, me puse de rodillas, con cara perversa y me acerque gateando, parecia gatita en celo.

-Voltéate, quiero ver el culo que te gastas.

Me estaba volteando cuando de imprevisto sentí una nalgada muy fuerte, me hizo gritar.

-Calla. Te daré otra en la otra nalga. 

Me dio otro azote, luego otro, otro otro y otro mas, Me levante con la cola roja, solté mi vestido y quede sin ropa delante de el, me miraba con hambre, se relamía los labios, me aproveche de eso y fui poniéndome cerca de el, mas cerca, mas cerca y puse mis labios sobre los suyos, lo desvestí mientras acariciaba sus sexys brazos. Quería que fuera duro conmigo, me tocaba los pechos, me tiró en la cama y chupaba mis pezones, los apretaba con el pulgar y el dedo índice, les pasaba la lengua, daba mordiscos suaves, estaba perdida en sus manos perversas, fue bajando por mi abdomen hasta mi pelvis, lamia toda mi depilada entrepiernas, succionaba.

-Aaaaahhhh!!!! eso me gusta.

Me volteó y me puso en cuatro, así se colocó detrás de mi y chupaba todo mi hermoso culo, metía sus dedos, me llenaba por ambos lados, me causaba un morbo enorme, logré voltearme y acostarlo para darle placer, me monté sobre él y suavemente lo puse dentro de mí y me moví, empecé suave, arriba y abajo, lo sentía cada centimetro, quería castigarlo, lo hacía lento para que perdiera el control........... Logré mi cometido, salvajemente se puso sobre mí y levantó mis piernas en sus hombros, así me penetraba fuerte, entraba duro y lo sacaba suave, estaba castigándome ahora él a mi, estaba bombeándome con fuerza, me puso nuevamente en cuatro y siguió cogiendo con fuerza, embestía rápido, duro, sin piedad, se enrolló mi cabello y lo jaló tan fuerte que me levantó y tuve que sujetarme de las barras de la cama.

-Que delicia!!!!! eso, sigue,. quiero más.

-Te gusta nena? me sientes? vamos!!!!! llega... Llega....

Y así en sus manos y gritando alcancé el más delicioso orgasmo que he tenido hasta ahora.

 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed