Hay más personas de las que podríamos imaginar que odian la sociedad acelerada de hoy en día, donde estás desactualizado de un momento para otro, donde tienes que estar en la onda constantemente o pierdes ripio, donde todo se quiere que esté resuelto para ayer..
Esas personas buscan el SOSIEGO de múltiples maneras:
Escapadas rurales, viajes exóticos, actividades deportivas en plena naturaleza, rezan, pasean a solas por la ciudad por propia voluntad, leen en silencio en sus dormitorios o en bibliotecas donde escasea la muchedumbre, contemplan arte en museos que no visita casi nadie, se esconden en las iglesias en los horarios que no hay misa, van a una sala de cine solos, escuchan música con auriculares y a oscuras...
Pero en el fondo, todo es tan poco natural, nadie escapamos al mundo contemporáneo que nos ha tocado vivir. Esas actividades supuestamente hechas para tu propio deleite, muchas veces son compartidas en las redes sociales con afán de protagonismo, colgando las fotos de "tu momento especial" o aportando opiniones que quizás a los demás no les importe lo más mínimo.
Ejemplos como retiros espirituales, "correr" como modo de vida, comer "sano", practicar yoga o pilates...no nos engañemos, son modas pasajeras. Lo que para algunos es una vía de escape necesaria para hacer esta vida más soportable, para los demás es postureo puro y duro.
En fin, siempre quedará el refugiarse en las "pastillas para el alma" prescritas por los eminentes doctores o el viejo clásico de tomarte "unas copitas". No creo que sea lo más recomendable, pero sí lo más usual.
Post data: No os toméis muy en serio esta reflexión, es el maldito calor, que recalienta mis neuronas y me desasosiega.
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