No sabía que existías

¡No sabía que existías!

No sabía que existías, y así aparecías en
mis sueños mientras yo dormía, tan
pura y aparentemente frágil, que con
ángeles te confundía.

No sabía que existías, y así me mirabas
noche tras día, tan sigilosamente lo
hacías, que no tuve razón para
sospechar que un paso atrás de mí,
siempre estabas escondida.

No sabía que existías, y así susurrabas
suavemente tus “Te quiero” a mi oído,
con tanta melodía, que no percibí el
momento en que tus ecos ya hacían
parte de mi vida.

No sabía que existías, y así te
entrometiste lentamente a mi vida,
con tal delicadeza, que no percibí el
momento justo de esta transición en la
que ya te conocía.

Y ahora que sé que existes: no te veo en
mis sueños, no me miras ni un instante,
no me susurras ni un silencio… hora
que sé que existes, te has marchado
de mi vida.

Ahora soy yo quien aparece
constantemente en tus sueños.

Ahora soy yo quien no deja de
mirarte ni un segundo.

Ahora soy yo quien le susurra
“Te quiero” a tu oído.

Ahora soy yo quien se entromete
lentamente en tu vida.

Aclárame una duda: ¿Sabes si existo?