Denunciar relato
Doña Angustias, con domicilio en el barrio Malamuerte, acude a la comisaría de policía para denunciar un delito de instigación al suicidio. Uno de los agentes toma nota de su declaración:
La víctima: joven opositora al Cuerpo de Profesores.
El acusado: Ministerio de Educación Español.
El arma: un bote de analgésicos.
Acto seguido, el juez Paco Tilla desestima el caso por falta de pruebas.
__Dedicado a todxs mis compañerxs de profesión que lo están pasando de puta pena tras haber sacrificado tanto tiempo y esfuerzo para nada.
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