Denunciar relato
Irse, palabra enormemente gigante,
toda una vida cabe en sus cuatro letras,
irse diciendo adiós o sin despedirse,
deseando encontrar algo nuevo
o con temor, queriendo quedarse.
Irse sin comprender, luchando o vencido,
sin querer escribir otra página
ni siquiera una última palabra
para que no quede como sobrando
sabiendo que del tintero, toda su tinta se usó.
Irse sin volver, pero quedándose en otros ojos,
en otras manos que aprietan tu ausencia,
sin temor al olvido o sin conciencia de ello,
solo irse, cansado, deseando salir de si mismo,
sin saber que la ausencia hará que otro corazón extrañe.
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