Denunciar relato
(A mi primogénito).
No quiero ojos así, ya sabes, llorar no me interesa.
Adelante con las manos amigas,
Con las bocas alegres, alegres pero de verdad,
No a media asta.
Las quiero abiertas, sonoras, limpias,
En el clarear de los nuevos días
Que ya no veré pero tú sí, y eso lo es todo,
O más que todo, es la vida toda
Que en realidad comienzo a vivir
Mientras tu corazón sonría y tus ojos
Se enamoren.
No creas que la muerte es sucia, ladrona.
Para nada. La muerte es la orilla de la playa,
La mar en calma, el horizonte por fin cercano.
…Y esperaré feliz, esta vez sí, feliz en la serena tarde.
Eterna estancia para la familia que se abraza
En una vida plena, ahora sí, sin miedos, sin mecánica.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales