Denunciar relato
Sabía que tenía que suceder,
cuando nada podía pasar
y todo tenía posibilidad de ocurrir.
Miraba, y no veía
nada más que mi propia mente
olvidando que el corazón transparente,
y la valentía, hacían que luchase en dirección descendente.
Nunca miré el camino ascendente,
ni a los ojos, ni a su esencia,
pensando que solo con mi presencia
podría vencer a la muerte.
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