DESESPERACIÓN MEDICA
Por Adelina Gimeno Navarro
Enviado el 04/09/2016, clasificado en Terror / miedo
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Participación Concurso/Relato para corto de cine/ No Premiado
Agosto, Martes, 16h.
La Doctora Emily se preparaba para recibir a su primer paciente en su consulta particular oftalmológica, el éxito obtenido con su profesionalidad ya hacia tiempo que habían conseguido para ella misma el suficiente dinero para su operación.
Pero una llamada aquella tarde cambiaría todo pronostico en sus planes.
Su teléfono móvil la avisaba con insistencia de que tenia que contestar, advirtiendo en la pantalla que era su medico en Washington quien requería su atención.
Dime George, saludaba Emily cordialmente a su amigo.
No volvió a hablar con él hasta que se despidió de su interlocutor pronunciando un sereno y tranquilo “de acuerdo”. Mientras se miraba en el espejo sorbía de aquel humeante café . Allí viéndose reflejada en el, Emily hacia el ademan de dar un puñetazo al ver su rostro deforme, las cicatrices y el parche tapando su ojo derecho, le recordaban aquel fatal accidente.
Ahora todo tendrá que esperar, hablaba en voz alta
Maldita mi suerte, tenia que ser ahora cuando se volviesen atrás en la donación...
Su rostro se desencajaba por minutos, la rabia en aquel instante no la dejaba apartar su mano que manoseaba, casi lastimando su ojo sano.
La consulta estaba en la habitación contigua y Emily escucho como la enfermera le indicaba que había suministrado la anestesia a la paciente para extraerle un cuerpo extraño alojado en el lagrimal.
Una sensación de serenidad se apodero de ella y paso a la consulta, allí se encontraba aquella joven con la que podía conversar mientras se calzaba aquellos guantes de látex. La conversación fue corta y ya con los utensilios adecuados en las manos, Emily se dirigió a reparar aquel percance sin la mayor importancia en su paciente. Pero antes pregunto a su ayudante... ¿Qué ojo es el enfermo?
El derecho doctora, contesto la enfermera
De acuerdo, contesto Emily
Cuando al minuto se escucho un aterrador grito del que fueron testigos los que estaban en la sala de espera...
Y una sonriente Emily alzaba su trofeo frente a la cara de terror de su ayudante, mientras la paciente gritaba...
¡¡Mi ojo... mi ojo!!
eneri
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