RESEÑA de INEXISTENCIA
Por Adelina Gimeno Navarro
Enviado el 05/09/2016, clasificado en Varios / otros
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La novela de la que voy a hacer la reseña es de mi autoria, por ello no haré mucho hincapié exaltando sus cualidades para que sea leída. Tan solo diré que como aprendiz de la literatura y con una cierta edad, he tenido que esforzarme para realizarla. Mis conocimientos para dedicarme a la escritura son los básicos, a pesar que cada día voy aprendiendo y conociendo a personas que me ayudan para que mis sueños se cumplan. Tengo dos novelas publicadas en papel “La Sombra de una Vida” y “Siempre Juntos”.
Inexistencia como digo es la primera que publico con Amazon y la que podéis encontrar en digital. Es una novela catalogada como de suspense, es mera ficción, pero nadie, ni tan siquiera yo misma puede certificar que su trama pueda algún día llegar a ser realidad. Conociendo como avanza la medicina, trasplantes y demás investigaciones científicas, no me queda la menor duda de que lo que leeréis en un principio, os sonara de algo, muy ficcionado y retorcido para acoplarlo a la historia que quise imaginar y finalmente escribir para todos los lectores. Con unas connotaciones gore que espero no desate ninguna polémica al respecto, la novela gira entorno a una situación que seguro pudiese ocurrirnos a alguno de nosotros, si nos encontrásemos en la situación de George, el protagonista de esta mi nueva novela, que entra a formar parte de un concurso y de todas mis ilusiones puestas en la esperanza de convertir mis sueños en realidad, escribir, escribir, ese será siempre mi lema.
Gracias por leer, la literatura es siempre el mejor de los regalos, recordarlo.
Sinopsis de Inexistencia
Las típicas nubes de Londres cubrían aquella incógnita noche, en la que lo inexplicable superaría a lo allí ocurrido.
Una humedad penetrante hacía sudar la fachada del edificio donde George arrebataba las vidas existentes.
Una estancia demasiado lúgubre predisponía aquel lugar, su mesa de trabajo permanecía aún vacía, cuando la lámpara que colgaba encima de ella se balanceaba ligeramente, enseñando su pintura blanca desconchada por el tiempo.
Por la puerta entreabierta un brazo introducía su mano hasta llegar al interruptor, el cual encendería la vieja y demasiado usada lámpara para aquel menester. Iba acompañado por una mujer joven, ella sería la que ocupase la fría tabla metálica que se cubriría de luz cuando los dos entrasen en la estancia.
©Adelina GN
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