¡HOLA!
Por Adelina Gimeno Navarro
Enviado el 12/09/2016, clasificado en Intriga / suspense
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¡HOLA!
Hola, me llamo Desire, pero todos me llaman Desi, la historia que os voy a contar sucedió hace varios años, pero a sido ahora cuando me he atrevido a desvelarla, ahora cuando mis traumas de aquella noche parece ser que han desaparecido. Aquella de la que escribo, era un tanto desapacible para caminar, pero mi terco carácter me invito a que lo hiciese, saliendo de paseo aquella noche. Me colgué el paraguas del brazo y como si no hubiese otro momento, comencé a caminar. La calle estaba completamente solitaria, mire hacia las ventanas y todos estaban cómodamente viendo el televisor, todos supuestamente...
Hacia frío por lo que envolví mi garganta con la bufanda tapando a la vez mi boca. Caminaba despacio para no resbalar, ya que el suelo estaba mojado, entonces alguien me adelanto pronunciando aquella palabra... “Hola”.
No pude contestar al saludo, sus pasos eran muy rápidos y presurosos, mucho más que los míos, perdiéndose en el parque rápidamente.
Minutos después y sin saber como, absorta en mis pensamientos me encontré pisando el suelo de aquel lugar de entretenimiento. Las ramas de los arboles susurraban debido al viento que las agitaba, me estremeció aquel aspecto que tenía, sombrío y húmedo se mostraba y justo en el banco donde decidí descansar, quedaba debajo de la copa de uno de los más poblados. Cuando de pronto me entro un miedo aterrador al escuchar de nuevo aquella palabra que entonces sonaba fosca... “Hola”
No quise darme la vuelta y me levante rápidamente, sin mirar atrás, reanude mi paseo, pero ahora mucho más deprisa...
Sintiéndome atrevida mire por si alguien me seguía, pero no, y continué caminando, mientras los arbustos a mi lado derecho se movían como si los sacudiesen al pasarles la mano por encima. Aquella sensación de pánico al sentirme acompañada y no saber por quién, me obligo a retroceder y continuar andando a buscar la salida, sobre mis propios pasos caminaba dándole la espalda...
Acelere y casi corriendo busque la salida, no la encontraba y di varias vueltas sobre mi misma, escuchando repetidas veces la voz que me decía...“Hola” al final de aquel camino. Tropecé y caí al suelo con tan mala fortuna que mi rodilla quedo dañada, sin poderme levantar del suelo mire de reojo sin ver a nadie, pero la voz continué escuchándola como me saludaba... “Hola”
El miedo se apodero de mi, temblaba, y por haber caído encima de un charco estaba mojada y con frío. Como pude me arrastre para llegar a la valla y ayudándome de ella me levante, como pude llegue hasta la puerta de salida dándome de bruces con quien creía que seria mi atacante. Pero gracias que no fue así, el mismo hombre que me había adelantado, me volvía a saludar con un “Hola” y ayudada por él me sentaba de nuevo en el banco, mientras me preguntaba...
¿usted también ha escuchado los numerosos “Hola”?
La experiencia de lo sucedido me enseño a no volver a salir de paseo, en una noche con lluvia, fría y desapacible, donde cualquier sonido te parece tétrico y hasta la palabra “hola” de los miembros de la orquesta, probando los micrófonos para la verbena, suenan cómo de otro mundo...
©Adelina GN
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