Devuélveme mis dolares
Por Rebeka Wilde
Enviado el 29/09/2016, clasificado en Varios / otros
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Devuelveme mis dólares.
Con la preocupación por no tener como llevar de comer a su familia, Jorge Moreno taxista de profesión, pidió dinero prestado para poder reparar su auto, su única herramienta de trabajo. Pero viviendo en un país donde muchos padecen la misma situación, le fue difícil lograr su deseo.
La suerte lo visito un breve momento el día que en desahogo le contó su problema a su amiga Clara Sanchez, sirviendo esta como fiadora ante su esposo. Sesenta dólares en billetes de veinte.
Por el lado legal la cantidad del cambio seria menor, pero en el mercado negro seria casi el doble, aunque riesgoso. Jorge no lo pensó mas, correría el riesgo. Ya sabia donde hacer el cambio de moneda. Un lugar extrañamente sombrío para estar en el centro de la Ciudad, lleno de maleantes eléctricos. Lugar perfecto para efectuar el cambio. Alguien le había indicado como llegar, tendría que adentrarse por un largo callejón oscuro, al final había una especie de plazoleta, allí estaban concentrados e individualmente los cambistas. Jorge se acerco a uno de ellos, receloso con temor, tratando de hablar fuerte con seguridad, e hizo la pregunta:
- A cuanto pagas el dólar ?
- A mil cien, Dijo el maleante con desdén.
- por que, cuantos vas cambiar?
Jorge vacilo la respuesta. Aunque su estatura y musculatura era superior a este, se sentía aterrado por la situación. Mientras nuevamente trataba de incorporarse, el maleante repitió la pregunta:
- Que cuantos dólares vas a cambiar? Habla claro!
Un delgado hilo de sudor corrió por la frente de Jorge. Sin embargo fingio estar al nivel de arrogancia del maleante:
- Sesenta dólares. Sacando los tres billetes de su bolsillo de jeans, se los enseño, el maleante lo examinó, y gritando dudo:
- Aquí solo hay cuarenta, tu como que me quieres robar? Esta interrogante hizo que de Jorge desapareciera cualquier vestigio de miedo, sintiendose burlado, robado, grito con fuerza:
- DEVUELME MIS DOLARES!
Y con audacia de felino, brinco sobre el ladrón, y lleno de valentía que proporciona el enojo, sin razonar, tomo con furia el cuello del maleante y apretó con mucha fuerza hasta que crujio. Era tal su fragilidad que le fue fácil quebrarlo. Jorge se inclino sobre el cadáver, con sus piernas abiertas sobre el cuerpo, saco lo que había en los bolsillos del mismo, y sin observar lo sacado, se lo metió en su propio bolsillo y se marcho con calma. Mientras recorría el largo pasillo por el que antes había entrado, escucho que alguien gritaba en auxilio, corrió lo mas rápido que pudo, corrió hasta que se sintió seguro y alejado lo suficiente.
Al llegar a su casa, agotado por lo ocurrido, se tumbo en su cama y durmió profundo un rato.
Al despertar se dio un largo baño, mientras pensaba en lo sucedido, sin remordimiento, se sintió un héroe ante la impunidad del maleante, cuantas víctimas tendría? De repente recordó lo que tenia en el bolsillo del pantalón, al revisarlo, una agradable sorpresa, su billete de veinte y cinco billetes mas de cien, feliz pensó en voz alta:
- Ahora mejorara mi situación, estos si los cambiare a lo legal.
Así aprovechando su buena racha, contento salio a reparar su auto. . .
Rebeka Wilde.
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