Denunciar relato
Por el cinco de Enero
cada año yo ponia
mi calzado pequeño
en la ventana fria
Por el cinco de Enero
para el seis yo queria
que fuera el mundo entero
una jugueteria
Y hacia el seis con el hielo
al amanecer el dia
mi mirada clavada
en las zapatillas frias
llenas de dulces y mandarinas.
Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo ganas
para ver el calzado
de mi pobre vetana.
Mas fue alguien grande y bueno
que por mí se desvelaba
para que en ese dia la ilusión
en mis ojos aflorara.
- dedicado a mi padre-
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