La delgada mano alcanzo una vez mas el cepillo y lo paso por el cabello de su pequeña hermana. -¿Te duele? -pregunto, con su aun aniñada voz.
-No -contesto la pequeña jugando con sus dedos
-Me avisas si te duele ¿okey? -dijo, recogiéndole el cabello.
-aha -contesto haciendo esfuerzos sobrenaturales, según ella, para no moverse. Sabia que si lo hacia podía arruinar el esfuerzo de su hermana, y ella realmente no quería hacer eso. Después de unas cuantas cepilladas mas, envolvió el cabello en un liga y admiro su trabajo.
-¿Ya? -pregunto la pequeña volteándose sin resistir mas.
-Ya -le sonrió, ignorando el nudo en su estomago.
Imaginando un suelo hecho de agua, como aveces sucedía, la menor corrió hacia su cama abalanzándose sobre esta. Su hermana no tardo en alcanzarla y la envolvió en un abrazo.
-¿Crees que algún día seré una buena mami? -soltó la mayor
-amm.. -coloco un dedo en su boca "pensando"-, si.
Lo único que sabía sobre ser madre era lo que había aprendido de su mama, y ella estaba segura que no quería ser como su mami. No sabia que hacían las buenas mamas y como si su hermana le leyera la mente, cosa que no parecía imposible en su cabeza, contesto.
-Una buena mami le da de comer, carga y ...la lleva al parque.-sus ojos brillaron mas al mencionar lo último.
Mientras le sonreía por su respuesta se sentía llorar por dentro, para su hermana eso era lo único que se necesitaba para ser una buena mama y aun así su madre no hacia ninguna de las tres.
-¿Eres feliz ahora? -pregunto la mayor tragandose el dolor.
-Si. -contesto su hermana, con la que debió ser una gran sonrisa si tuviera todos sus dientes.
-Bien, esta bien -parecía decírselo mas a ella que para la pequeña, pero necesitaba oírlo, incluso si tenia que salir de sus labios- esta bien.
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