"UNGÜENTOS CASI IMPOSIBLES"
Por Txus Iglesias
Enviado el 30/09/2016, clasificado en Ciencia ficción
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“Ungüentos casi imposibles”, así se llamaba el chamán de la tribu india, el cual logró manipular mentalmente a los codiciosos 314 aventureros españoles que habían arribado a la región de Quivira, en Texas, hacia 1564. De ese modo, el general conquistador Ginés del Pozo y su despiadada tropa no pudieron ver lo que de verdad había: el pueblo nato de los Anazarok y las cuatro aldeas fabricadas totalmente de oro, que ellos mismos custodiaban, se tornaron invisibles para los, momentáneamente, distorsionados cerebros de aquellos europeos. La estratagema del hechicero evitaría la inminente violación y saqueo de todas las posesiones y terrenos más preciados de su gente ante aquellos a los que llamaban "extraños asesinos blancos". Presiamente, para los tergiversados ojos de los ya debilitados invasores peninsulares, solamente existía desierto arenoso por los cuatro costados y cualquier otra cosa era completamente imperceptible para ellos. El truco telepático del nigromante indígena era de tanta precisión que ni siquiera un residual espejismo se les apareció en las cabezas de los expedicionarios hispanos, los cuales se empezaron a marchar abatidos. Los mandos y los soldados del Imperio pensaron la mayoría, según sus coordenadas cristianas, que allí no estaban ni siquiera las ánimas de los nativos. Una vez se alejaron y prosiguieron su viaje de vuelta hacia el Perú, los extranjeros recuperaron la consciencia normal ya fuera del área de influencia de las poderosas órdenes psíquicas del brujo. Toda la salvada tribu oriunda gritó de júbilo tras el “fantasmal” engaño que habían infringido a aquellos "intrusos venidos allende el océano", como los naturales Anazarok también denominaban a dichos visitantes.
Relato escrito por Txus Iglesias
presentado en 2014 al concurso del blog "Microseñales de humo"
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