La muerte Impune

Tres parejas, dos bebés, y una escapada para desconectar.
Llegaron al destino. La nieve del paisaje se mezclaba en una neblina con un cargante olor a ceniza.
Entraron en la casa. La habitación más espaciosa fue la elegida para que durmieran los bebés.
Daba la sensación de que alguien seguía viviendo allí.
Libros a medio leer, unas gafas usadas, ropa de mujer, y la foto inquietante de una anciana.
La estancia era extraña, laberíntica; Una puerta situada al final de una escalera invitaba a entrar.
Dos de los chicos subieron y hallaron un pequeño cuarto al que entraron intrigados.
Parecía un viejo trastero; Había una caja polvorienta encima de una repisa de piedra.
En su interior encontraron un recorte de periódico con una macabra noticia…
«Cuidadora de orfanato quemada viva por varios niños».
Asustados, decidieron parar de cotillear.
Se acostaron inquietos. Nadie podía dormir. La foto de la anciana había cambiado.
Tenía la piel quemada.
Un hedor insoportable invadió la habitación.
Junto a las cunas apareció un ataúd. Se abrió lentamente y empezó a arder.
El cuerpo calcinado de la anciana se levantó mirando a los bebés.
Corrieron despavoridos a sacarlos de allí.
Todos huyeron. La casa se quedó… vacía.